Me refería, Luis, a la literatura española; Lorca, Alberti, Miguel Hernández... escribieron sobre los toros con fe, entusiasmo y un hondo conocimiento. Negar que estamos llenos de dichos, frases hechas y expresiones usadas con sentido metafórico con marcado sabor taurino, sería negar la verdad, es simplemente algo que ocurre y que hemos escuchado desde pequeñitos. He remarcado lo de práctica deportiva con ironía haciendo mención a los pocos periódicos estadounidenses donde encontramos crónicas de corridas, el que tuve en mis manos las situaba en la sección de deportes. Después de haber sido un buen aficionado al boxeo profesional, tomar consciencia del peligro para la salud que corren sus practicantes, me ha hecho considerar que sería conveniente que tampoco fuera considerado deporte. En efecto, no estamos en los tiempos del circo romano. Pero muchos muchachos en países en vías de desarrollo no tendrían la ilusión de luchar por ese algo que les sacaría de la calle. Es fácil identificar los poblemas pero en absoluto hallar las soluciones.
Creo haber dejado muy clara mi postura; la vida, incluso la de un animal, no puede justificar el arte, y esto me duele. Soy radical en el fondo, pero en esta etapa de mi vida prefiero mostrar un perfil moderado en la forma. Tienes razón en algunas cosas que dices y en otras no, ¿cuáles son más importantes? No lo sé, no me siento en Las Ventas al lado de Calamaro o Sabina, pero nunca silbaría a una canción maravillosa como "Media Verónica". No creo que la tauromaquía sea un asunto trivial para nuestro país, aunque se va imponiendo entre la población la opinión favorable a su prohibición está muy arraigada, sobre todo en Madrid y Andalucia, y de ella depende el sustento económico de muchas personas. Pienso que no debemos excedernos en nuestras descalificaciones, recuerda que el toro bravo no busca las tablas.
Muchas gracias, Luis, por tu amabilidad.