El ser que habita tus susurros.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
- Carmen López
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El ser que habita tus susurros.
cuando el sol huye de nosotros,
y el ser que habita tus susurros
desconfía de la luna,
te queda ese gusto amargo
por los mundos extinguidos,
esa líquida memoria
que licua los recuerdos
y apaga las estrellas
con su déficit inmutable.
El desconcierto de lo eterno nos sorprende
en ese instante de casto pudor interior,
en el que quedamos siempre indefensos
al otro lado del augurio,
volamos con la condición existencial
de una pequeña mariposa
que inventa su único día
y nombra el por venir de nuestros huesos
hasta frotar la luz y convertirla en sombra.
Confundimos noche con insomnio,
paisaje con tristeza encadenada,
mientras las manos pierden su naturaleza amorosa
la de huéspedes del asombro de su cuerpo
y esa mirada mineral se nos convierte en piedra.
Es el momento exacto y preciso
para apearse de la nube sin decir adiós
antes que la lluvia reclame sus orígenes.
Gastón Bachelar.
-
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re: El ser que habita tus susurros.
Besos
Pilar
- Rosa Marzal
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para apearse de la nube sin decir adiós
antes que la lluvia reclame sus orígenes.
Un final pleno de lucidez, en esos instantes críticos en los que golpean el alma las piedras de la melancolía.
Hermoso y profundo poema existencial, Carmen.
Un placer su lectura.
Abrazos.
- Rafael Valdemar
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saludos
rafael
-
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Me ha impresionado ésto:
"El desconcierto de lo eterno nos sorprende
en ese instante de casto pudor interior,
en el que quedamos siempre indefensos
al otro lado del augurio, ", por su humanidad torrencial y liviana, pero insisto en que la luz cambia de cuerpo y yo a veces pienso que también nosotros deberíamos hacerlo, tratar de perseguir la luz con otro cuerpo, llegar a ese cuerpo con una especie de naturalidad, si no divina, sí daimónica. Digo que sólo a veces, pero són las veces en que más creo. Aquí hay que admirar una fortaleza vital, un poder de asunción que da relieve al yo, y lo sustancia en lo efímero, y ahì hay una raíz de la belleza. Un placer, Carmen. Abrazo grande.
- Carmen López
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Re: re: El ser que habita tus susurros.
çPilar Morte escribió:Un atardecer profundo se desprende de estos hermosos versos. Me gustó leerte. Un placer
Besos
Pilar
Gracias, Pilar, un atardecer da para mucho...me gusta que te pases, te agradezco mucho tu presencia entre lo mío.
Besos.
Carmen
Gastón Bachelar.
- Carmen López
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Gracias, Rafael, me gustó mucho que así te lo pareciera, muchas gracias, compañero por el tiempo de lectura y tu amable comentario.Rafael Valdemar escribió:Sugerente poema el que nos dejas Carmen. Me gustó y disfruté leyendo
saludos
rafael
Saludos.
Carmen
Gastón Bachelar.
- Carmen López
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Qué decirte, Bruno, a mí siempre me parece que tus comentarios dan en diana, conmigo siempre sorprendes lo que escondo, lo que no digo claramente, tienes esa virtud, con mis poemas y en general con los de los compañeros. Lo efímero, discrepo...es casi todo. lo eterno no existe ni siquiera como idea.Bruno Laja escribió:Queda impreso con una intimidad universal el momento en que la luz cambia de cuerpo.
Me ha impresionado ésto:
"El desconcierto de lo eterno nos sorprende
en ese instante de casto pudor interior,
en el que quedamos siempre indefensos
al otro lado del augurio, ", por su humanidad torrencial y liviana, pero insisto en que la luz cambia de cuerpo y yo a veces pienso que también nosotros deberíamos hacerlo, tratar de perseguir la luz con otro cuerpo, llegar a ese cuerpo con una especie de naturalidad, si no divina, sí daimónica. Digo que sólo a veces, pero són las veces en que más creo. Aquí hay que admirar una fortaleza vital, un poder de asunción que da relieve al yo, y lo sustancia en lo efímero, y ahì hay una raíz de la belleza. Un placer, Carmen. Abrazo grande.
Muchas gracias, Bruno, por dejarte caer por el poema, por esa generosidad que es parte de ti.
Abrazo grande, grande.
Carmen
Gastón Bachelar.
- Carmen López
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Mi comentario, no se publicó, así que lo repito. Perdón por este cambio de orden en los comentarios.Rosa Marzal escribió:Es el momento exacto y preciso
para apearse de la nube sin decir adiós
antes que la lluvia reclame sus orígenes.
Un final pleno de lucidez, en esos instantes críticos en los que golpean el alma las piedras de la melancolía.
Hermoso y profundo poema existencial, Carmen.
Un placer su lectura.
Abrazos.
Muchas gracias, por el amable comentario que me dejas, cuando pasas me parece que el poema es un poco mejor, quizás porque te admiro mucho en tu manera de decir, gracias, amiga por el tiempo para el poema y tu amable comentario.
Abrazos.
Carmen
Gastón Bachelar.
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Re: El ser que habita tus susurros.
Carmen López escribió:En las quimeras de la tarde,
cuando el sol huye de nosotros,
y el ser que habita tus susurros
desconfía de la luna,
te queda ese gusto amargo
por los mundos extinguidos,
esa líquida memoria
que licua los recuerdos
y apaga las estrellas
con su déficit inmutable.
El desconcierto de lo eterno nos sorprende
en ese instante de casto pudor interior,
en el que quedamos siempre indefensos
al otro lado del augurio,
volamos con la condición existencial
de una pequeña mariposa
que inventa su único día
y nombra el por venir de nuestros huesos
hasta frotar la luz y convertirla en sombra.
Confundimos noche con insomnio,
paisaje con tristeza encadenada,
mientras las manos pierden su naturaleza amorosa
la de huéspedes del asombro de su cuerpo
y esa mirada mineral se nos convierte en piedra.
Es el momento exacto y preciso
para apearse de la nube sin decir adiós
antes que la lluvia reclame sus orígenes.
Precioso, abarcador, emocionante. Lo leí en cuanto lo publicaste, Carmen, y no he podido olvidar su fuerza inminente, su cohesión afectiva.
Abrazo de los grandes y mucha felicidad.