Marcos de la Mancebía escribió:Es evidente que cuando escribes estás vivo, y muy vivo; pero no estás solo, te acompañan los recuerdos de la imaginación (a mí me acompañan).
Un abrazo.
Marcos
Gracias, querido amigo
Un abrazo fuerte
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Rafael Valdemar escribió:Ricardo intimista y vital poema nos dejas que llega con especiales sensaciones el mensaje de tus versos. Un placer pasarme por ellos
saludos
raf.
Eduardo Díaz escribió:Apreciado amigo Ricardo, me sorprende la vitalidad de tus versos, la poesía brota de tus dedos con la fuerza incontenible de la vida. Mi más sincera felicitación querido poeta. Un abrazo Eduardo.
Liz Barrio escribió:Excelencia, finura en los elocuentes versos que hondo llegan. Bravo poeta y gracias por el lujo de leerte.
Besos también,
Javier Cañas Belmar escribió:Ricardo, cuando así escribes se siente la vida, se embellece la muerte de aquello que fue, de los sueños, de la vigilia, se es fuera del tiempo, la vida se te ofrece, abriéndote sus puertas...brota la poesía. Un poema maravilloso. Un fuerte abrazo querido amigo.
javi
Antonio Justel escribió:... sí, sí, fuerza y vitalidad, pero también capacidad de tomar conciedncia y consciencia de sí mismo, de producir un análisis íntimo y volcarlo a lo largo del poema; sí, me ha gustado, amigo; un saludo, Orión
Aubriel Camila de la Prad escribió:Ricardo Serna G escribió:
Cuando escribo
Cuando escribo estoy solo, cuando duermo
brota el verso para ti: mi dicha,
mi vuelo, bandera que canta,
mi vino como ejército que alimenta,
mi milagro, mi fruta;
mi luz.
Ha llegado el que me llama,
la flor que toca la puerta
porque me ama y porque vive
el fuego pleno del polvo en el silencio
donde el sol lleva el rostro del mañana
y consagra el olor que no se olvida.
Cuando escribo estoy seguro, cuando despierto
me desgarro en palabras y versos: descubro
el pan de amor con pureza que lleva
el agrio sabor de lo imposible dominado
desde la prisión de la nostalgia,
desde el papel sin colmillos,
desde la sed en sonrisas,
desde la voz, abro los ojos.
Han callado las sombras
que llevan los tinacos de ruido
porque me aman y viven
acomodando los días cortos y las noches largas
en las grutas del suspiro y la música
en los pesados momentos en vuelo
que se hacen espuma y corazón.
Cuando escribo estoy libre, cuando existo
me deshago del tiempo: recibo
la fiebre de los deseos que muerde
el protegido encanto de las hojas verdes
desde el mundo que hace algarabía,
desde mi miedo que regala sus ojos cerrados,
desde el camino con labios rojos,
desde el espejo de la tristeza
con su frente en mi alma, abro mi alegría.
Ricardo, he disfrutado tu poema verso a verso.
Tiene tanta luz ... es una maravilla.
Besos y felicitaciones.