Siempre he defendido que los códigos personales del autor poco importan, puesto que si no tenemos un acceso muy directo a éste, jamás llegaremos a ellos. Está claro que en este caso esos códigos son tan conocidos para ti como para mi.Stefano Mancusso escribió:MARIAN:
No es fácil olvidar a los seres que han dejado huella en nuestras vidas.
“Nada sabemos del después,
de la mañana por su cauce de sombras,
de los pasos sorteados entre escombros
con su olor a ayer,
del aspecto que dejó la noche
en su aroma de letra cerrada,
en medio del instante no descrito
y ese nombre sumergido en un teorema
con su paisaje amable,
lleno de verdades, hasta aislarse.”
J.M.P.
“Voy a dejar que la muerte sea la estilista perfecta,
que venga a trabajar mi pelo, tan de cerca,
que su respiración sea la espuma fijadora que realce el rizo.
Esta misma noche, el mar no tendrá nada más que hacer
que mirarme a los ojos y entender, que esta vez,
la tarjeta de crédito de la vida no volverá a ampliar los límites”
M.R.
El mar jugó su baza,
y el amigo mostró sus credenciales,
más allá de la lógica consciente,
al Poseidón de barretina negra,
que sembró la orfandad en los poetas.
Exquisita prosa poética donde las haya. Deleite para los sentidos.
Un cordial saludo.
Stéfano.
Gracias miles por "sabernos" tan de cerca.
Marian