Recuerdos (soneto)

[Pilar Morte]

Muy hermoso y bien trazado tu soneto. Me ha gustado leerte.
Un abrazo y salud

[Raul Muñoz]

Hola, Ricardo

Me gusta el soneto, con ese aire nostálgico, donde se interroga al tiempo sobre uno mismo. Vemos que perdura el amor siempre, lo que se hace con amor no marchita aunque pase el tiempo y no seamos los mismos.

Abrazos

[Rafel Calle]

Amigo Ricardo:
Es un placer tenerte de vuelta en Alaire y encontrarte con un “Recuerdos” que llega con esa mezcla tan tuya de honestidad, música interior y ligera ironía. El soneto abre desde un lugar muy humano: la revisión del pasado sin dramatismos, dejando que los recuerdos revivan “con amor a gran tamaño”, una expresión limpia y generosa que define bien el tono general de la obra.

Técnicamente, el soneto está bien armado, con la particularidad de que todos los versos son endecasílabos heroicos, lo cual procura un ritmo yámbico en todo el poema, que, además, se desliza entre unos encabalgamientos bastante discretos que aportan naturalidad a los decires. Pero más allá de la arquitectura métrica, lo que se agradece es la voz: esa melancolía amable, que nunca cae en el lamento, y esa autocrítica juguetona —“el grupo sanamente de los lerdos”— que funciona como remate irónico y humano.

Hay también un detalle interesante: el manejo de la paradoja entre la permanencia del recuerdo y la sensación de pérdida personal. El poema respira ahí, entre lo que permanece y lo que se ha ido, entre la lucidez y el humor. Ese equilibrio es difícil de lograr y tú lo alcanzas con una serenidad que se nota vivida.

Por si te sirven de algo, te dejo algunas observaciones, más que nada detalles sin importancia real porque el poema ya tiene tu sello: cercanía, humor y esa honestidad que te distingue:

6º verso (“sin bochorno”): La expresión parece algo forzada por la rima con retorno / trastorno / entorno. Quizá podrías buscar una alternativa más orgánica al sentido del poema, algo que acompañe la idea de sentir sin vergüenzas ni reparos, pero sin que suene obligado.

8º verso (“sabiendo que yo mismo así me engaño”): Aquí hay una pequeña redundancia: “yo mismo” y “así me engaño” refuerzan lo mismo. El verso funciona, pero quizá ganaría fuerza si depuras la idea y la dejas más limpia, más directa.

12º-13º (“mi vida se ha fundido / al grupo…”): La construcción “se ha fundido al grupo” resulta poco natural en castellano. No es incorrecta del todo, pero sí algo rígida. Tal vez un giro más idiomático podría añadir soltura y mantener el humor autoirónico.

En fin, nos iremos leyendo, compañero.
Un fuerte abrazo.

[Ricardo Linares]

Tiempo que nos conocemos, Ricardo, desde otros foros hasta este lugar que nos iguala en el simple disfrute de la poesía.
Recuerdos a los que no renunciamos aunque ciertos matices se pierdan en el camino. De lerdos nada, compañero, únicamente nos volvemos más artistas en fantasías y más comprensivos con los años.
Buen soneto, Ricardo, y un abrazo de "entrelabores".

Es verdad, Alonso, hemos disfrutado de la poesía en otros foros y lo seguiremos haciendo aunque barreras se pongan en medio, pero todas ellas son minucias para los que sentimos la poesía y se quedan en el pasado.
Este soneto lo compuse con cierto resentimiento y a la vez le quise dar un poco de guasa, con eso de los "lerdos", aunque no sé, quizás en ciertos momentos, me vea de esa manera, jajaja.
Muchas gracias amigo por tus palabras y visita a mis letras.
Un fuerte abrazo.

[Ricardo Linares]

Me gusto el soneto, amigo Ricardo. Un abrazo.

Gracias Fernando por tu comentario y visita a mis letras, agradezco que te hayan gustado.
Un abrazo.

[Ricardo Linares]

.

Pulcrísimo y hermoso trabajo, Ricardo.
Aplausos a rabiar.

Un abrazo.

Muchas gracias Hallie, por pasar por mis letras y hacerme saber que han sido de tu agrado, te lo agradezco.
Uabrazo.

[Ricardo Linares]

Muy hermoso y bien trazado tu soneto. Me ha gustado leerte.
Un abrazo y salud

Gracias Pilar, es un placer que hayan sido de tu agradado mis letras. Te agradezco tu comentario y visita.
Un abrazo.

[Ricardo Linares]

Amigo Ricardo:
Es un placer tenerte de vuelta en Alaire y encontrarte con un “Recuerdos” que llega con esa mezcla tan tuya de honestidad, música interior y ligera ironía. El soneto abre desde un lugar muy humano: la revisión del pasado sin dramatismos, dejando que los recuerdos revivan “con amor a gran tamaño”, una expresión limpia y generosa que define bien el tono general de la obra.

Técnicamente, el soneto está bien armado, con la particularidad de que todos los versos son endecasílabos heroicos, lo cual procura un ritmo yámbico en todo el poema, que, además, se desliza entre unos encabalgamientos bastante discretos que aportan naturalidad a los decires. Pero más allá de la arquitectura métrica, lo que se agradece es la voz: esa melancolía amable, que nunca cae en el lamento, y esa autocrítica juguetona —“el grupo sanamente de los lerdos”— que funciona como remate irónico y humano.

Hay también un detalle interesante: el manejo de la paradoja entre la permanencia del recuerdo y la sensación de pérdida personal. El poema respira ahí, entre lo que permanece y lo que se ha ido, entre la lucidez y el humor. Ese equilibrio es difícil de lograr y tú lo alcanzas con una serenidad que se nota vivida.

Por si te sirven de algo, te dejo algunas observaciones, más que nada detalles sin importancia real porque el poema ya tiene tu sello: cercanía, humor y esa honestidad que te distingue:

6º verso (“sin bochorno”): La expresión parece algo forzada por la rima con retorno / trastorno / entorno. Quizá podrías buscar una alternativa más orgánica al sentido del poema, algo que acompañe la idea de sentir sin vergüenzas ni reparos, pero sin que suene obligado.

8º verso (“sabiendo que yo mismo así me engaño”): Aquí hay una pequeña redundancia: “yo mismo” y “así me engaño” refuerzan lo mismo. El verso funciona, pero quizá ganaría fuerza si depuras la idea y la dejas más limpia, más directa.

12º-13º (“mi vida se ha fundido / al grupo…”): La construcción “se ha fundido al grupo” resulta poco natural en castellano. No es incorrecta del todo, pero sí algo rígida. Tal vez un giro más idiomático podría añadir soltura y mantener el humor autoirónico.

En fin, nos iremos leyendo, compañero.
Un fuerte abrazo.

Muchas gracias, Rafel Calle, por tu nueva bienvenida y por ese detallado comentario que haces sobre mi persona y mis letras.
No te equivocas, este soneto es parte de mí, de mi pasado y es muy raro que edite algo mío pues se pueden contar con una mano los poemas que he editado y le sobrarían dedos. jajaja.
Me has hecho unos apuntes sobre unos versos y con gusto los acepto, te pondré a continuación unos cambios que guardaré e intentaré mejorar en esos aspectos, aunque mi comprensión en ciertos factores no es muy buena, como, por ejemplo: sobre las rimas forzadas, que es algo que se me escapa, no llego a comprenderlo muy bien, pues las rimas me salen solas, nunca me esfuerzo en componer, ya que un poema forzado suele ver antes las sombras que la claridad.
Bueno Rafel, te pongo a continuación los arreglos mencionados, a ver qué te parecen.


Reviven los recuerdos del antaño
causados en un tiempo sin retorno,
no hay pena ni silencio por trastorno
pues salen con amor a gran tamaño.

De música con polvo yo acompaño
a todos los sentires que soborno
y creo fantasías en mi entorno
sabiendo de antemano que me engaño.

El tiempo no marchita los recuerdos
ni crea un abandono florecido
a nadie que se asocie con los cuerdos,

mas pienso que mi vida ha decidido
reunirse con el grupo de los lerdos
por tanto que con ellos se ha reído.


Hasta otro momento Rafel.
Un fuerte abrazo.

[Ricardo Linares]

Hola, Ricardo

Me gusta el soneto, con ese aire nostálgico, donde se interroga al tiempo sobre uno mismo. Vemos que perdura el amor siempre, lo que se hace con amor no marchita aunque pase el tiempo y no seamos los mismos.

Abrazos

Ante todo mi disculpa, Raúl, por no contestarte antes que a Rafel, se me ha pasado. Muchas gracias por tu análisis de mi poema y por estar en mi espacio, te lo agradezco.
Un abrazo.

[Rafel Calle]

Amigo Ricardo:
Es un placer tenerte de vuelta en Alaire y encontrarte con un “Recuerdos” que llega con esa mezcla tan tuya de honestidad, música interior y ligera ironía. El soneto abre desde un lugar muy humano: la revisión del pasado sin dramatismos, dejando que los recuerdos revivan “con amor a gran tamaño”, una expresión limpia y generosa que define bien el tono general de la obra.

Técnicamente, el soneto está bien armado, con la particularidad de que todos los versos son endecasílabos heroicos, lo cual procura un ritmo yámbico en todo el poema, que, además, se desliza entre unos encabalgamientos bastante discretos que aportan naturalidad a los decires. Pero más allá de la arquitectura métrica, lo que se agradece es la voz: esa melancolía amable, que nunca cae en el lamento, y esa autocrítica juguetona —“el grupo sanamente de los lerdos”— que funciona como remate irónico y humano.

Hay también un detalle interesante: el manejo de la paradoja entre la permanencia del recuerdo y la sensación de pérdida personal. El poema respira ahí, entre lo que permanece y lo que se ha ido, entre la lucidez y el humor. Ese equilibrio es difícil de lograr y tú lo alcanzas con una serenidad que se nota vivida.

Por si te sirven de algo, te dejo algunas observaciones, más que nada detalles sin importancia real porque el poema ya tiene tu sello: cercanía, humor y esa honestidad que te distingue:

6º verso (“sin bochorno”): La expresión parece algo forzada por la rima con retorno / trastorno / entorno. Quizá podrías buscar una alternativa más orgánica al sentido del poema, algo que acompañe la idea de sentir sin vergüenzas ni reparos, pero sin que suene obligado.

8º verso (“sabiendo que yo mismo así me engaño”): Aquí hay una pequeña redundancia: “yo mismo” y “así me engaño” refuerzan lo mismo. El verso funciona, pero quizá ganaría fuerza si depuras la idea y la dejas más limpia, más directa.

12º-13º (“mi vida se ha fundido / al grupo…”): La construcción “se ha fundido al grupo” resulta poco natural en castellano. No es incorrecta del todo, pero sí algo rígida. Tal vez un giro más idiomático podría añadir soltura y mantener el humor autoirónico.

En fin, nos iremos leyendo, compañero.
Un fuerte abrazo.

Muchas gracias, Rafel Calle, por tu nueva bienvenida y por ese detallado comentario que haces sobre mi persona y mis letras.
No te equivocas, este soneto es parte de mí, de mi pasado y es muy raro que edite algo mío pues se pueden contar con una mano los poemas que he editado y le sobrarían dedos. jajaja.
Me has hecho unos apuntes sobre unos versos y con gusto los acepto, te pondré a continuación unos cambios que guardaré e intentaré mejorar en esos aspectos, aunque mi comprensión en ciertos factores no es muy buena, como, por ejemplo: sobre las rimas forzadas, que es algo que se me escapa, no llego a comprenderlo muy bien, pues las rimas me salen solas, nunca me esfuerzo en componer, ya que un poema forzado suele ver antes las sombras que la claridad.
Bueno Rafel, te pongo a continuación los arreglos mencionados, a ver qué te parecen.


Reviven los recuerdos del antaño
causados en un tiempo sin retorno,
no hay pena ni silencio por trastorno
pues salen con amor a gran tamaño.

De música con polvo yo acompaño
a todos los sentires que soborno
y creo fantasías en mi entorno
sabiendo de antemano que me engaño.

El tiempo no marchita los recuerdos
ni crea un abandono florecido
a nadie que se asocie con los cuerdos,

mas pienso que mi vida ha decidido
reunirse con el grupo de los lerdos
por tanto que con ellos se ha reído.


Hasta otro momento Rafel.
Un fuerte abrazo.

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Amigo Ricardo:
Los retoques me han parecido muy bien, creo que te ha quedado un soneto muy apreciable.
Te felicito.
Abrazos, compañero.