Dadme un plato de comida...

[Jorge Salvador]

Son las cinco y no he comido,
qué hambre tengo, ¡cielo santo!
disculpadme por lo tanto
si venís y ya me he ido.
Necesito un buen cocido,
un descanso de cien días
y un millón de avemarías
para ver cómo me escapo
-sin dejar de ser tan guapo-
de purgar mis fechorías...

Son las cinco y yo a dos velas,
Dios, qué estrés, esto no es vida;
dadme un plato de comida,
pan, cerveza y dos ciruelas.
¿Qué sé yo de corruptelas?
no me entere que a mi esposa
ni a mí hermano juez les tosa,
porque lleno esto de moros
y le digo a Papá Soros
que os inyecte cualquier cosa...

Son las cinco y no he comido,
pero sepa la derecha
que me queda mucha mecha
y que voy a hacer aun ruido.
Lo confieso, estoy jodido,
pero oídme, yo os advierto
qué jamás me veréis muerto
ni a merced de la justicia;
ya sabéis que el poder vicia
y que el barco tira al puerto...

[Alejandro Costa]

Muy bueno.

Rítmico, de ágil lectura, muy actual y sobre todo, sobre todo, muy simpático.

Y en su frescura, está su calidad.

Me ha encantado.

Un abrazo.

[Jorge Salvador]

Muy bueno.

Rítmico, de ágil lectura, muy actual y sobre todo, sobre todo, muy simpático.

Y en su frescura, está su calidad.

Me ha encantado.

Un abrazo.

Gracias, Alejandro, se me partió el alma viendo comparecer allí a ese pobre hombre completamente desmayado y sin un triste bocado que llevarse a la boca...
Eres muy amable, compañero.
Un fuerte abrazo de vuelta