Alonso de Molina escribió:En mi blog, hace tiempo escribí un poema (una mierda de poema comparado con el tuyo) sobre Lisboa, el Parque de los Poetas de Oeiras,.... ý la siguiente breve reseña sobre la ciudad:
Lisboa es una ciudad de glorioso pasado y aspecto decadente, con enorme encanto, es una de las ciudades europeas más cosmopolitas. Tras subir las escaleras mecánicas de la estación de metro de Baxo Chiado o las interminables cuestas andando la calle, emerges a un escenario donde el tiempo parece haberse detenido. Al aire libre, presidiendo la terraza de la Cafetería A Brasileira, la estatua de Fernando Pessoa, sentado en la terraza como un cliente más entre la gente. Para los turistas y foráneos la estatua en bronce del genial Pessoa en un recuerdo del que hay que sacar al menos una foto, para los parroquianos del café, Pessoa es un contertuliano más, pues muy pocos fueron los días que el escritor no acudió a la Cafetería A Brasileira (el Café Gijón de Lisboa) a departir con sus contemporáneos.
me encata Lisboa, sus calles descoloridas y cansadas, el fado
y tu poema un dignísimo homenaje que te aplaudo:
"Vas a la noche azotada de cal, preñada de claveles"
Estás Sara Sara, pero que muy Sara
un beso
.
A mí también me encanta Lisboa, Alonso, tengo tantos recuerdos, la poesía es una emboscada en esas calles, en el aire y se respira como en pocos sitios. Sabes? Benjamín y yo nos sentábamos en las escaleras de las calles a leer a Pessoa, a escuchar los fados inundándolo todo...realmente fuimos felices allí, y vamos a volver, por supuesto!
Un abrazo grande
Sara