Lisboa

[Sara Castelar Lorca]

Las calles de Lisboa se muerden las esquinas
y lamen en secreto la pobreza,
suena un gemido frágil que roza como un fado,
como lágrima dulce,
como un verso sanguíneo de Pessoa
fluyendo por la vena del farsante.

Caes sobre el mundo como un crujido obsceno,
niña de rodillas sucias,
arena penetrada de palidez y escombro,
las orillas del Tajo te escupen en las nalgas
cuando estás más desnuda,
cuando suenas a carne y a pendiente
y lésbica te agitas.

No hay palabras que toquen este silencio sucio
que brota en todas partes,
ese aroma lascivo de los perros subiendo por los muslos,
y tú, tan suya
balbuceas en la lengua del vencido toda oscuridad perversa
y ofreces al amor el esqueleto.

Vas a la noche azotada de cal, preñada de claveles,
y amas, amas como no es posible amar
sin la prolongación del ángel,
sin la piedra que lentamente curva tu honda anatomía.

Tu desnudez ya no te pertenece
ni tus rezos
ni la espina cruel de tu blancura donde se rompe el aire.

Porque tú, niña despeinada de río,
con dulcísimo temblor de gorriones
has girado en el mar.

[Valentin Martin]

Hay ciudades hembras que perpetúan el amor de los que las viven, aunque solamente sea por los instantes de unos días, más allá del tiempo y la distancia. Y fecundan añoranzas y dulcísmos renacimientos en forma de versos como éstos, por ejemplo. Claro que para eso es necesario que existan mujeres a la altura de su ancianidad espléndida, y que se encuentren, como vosotras -Lisboa y tú tan niña a su lado- y se produzca el milagro. Una ha puesto la historia y la hermosura de su viento y otra ha puesto la biografía mas frenética que existe en el éste foro y el talento para dibujar los garabatos lujosos de ese amor (ciudad-mujer) que ahora nos llega. Quizás porque eso de la belleza no le es ajeno a la inmensa poeta que está cuajando, que cuajó ya, a manos llenas y se nos da en cada entrega. Hoy le tocó a Lisboa la suerte.

Un beso, mi niña, y no pares.

[Ricardo Serna G]

Sara Castelar Lorca,
El aire
llega
con realeza
con
noche
y día
con senda
viva
aire
de imágenes
de serenidad
y sabiduría


bellísmo


Un beso fuerte,
querida amiga

[Vicente Fernández-Cortés]

Me quito el sombrero para apludir de pié este extraordinario poema.
Una joya indiscutible merecedora del mayor de los elogios. Enhorabuena, Sara, y gracias por esta lección magistral de poesía.


Mi abrazo

[Susana Rodrigues Tuegols]

Con gran emoción por ser hija de portugués, he leido este poema tan tremendo y magistral. Aplaudo de pie tu isnpiración, un fuerte abrazo.Susana

visitame. www.pincelsuhr.blogspot.com

[Pilar Morte]

Nos entregas una Lisboa con el verso de sus arterias . Bellísimo
Un abrazo
PIlar

[Joan Port]

Grandes versos entra la dulce melancolia de Lisboa.
Saludos

[Alonso de Molina]

En mi blog, hace tiempo escribí un poema (una mierda de poema comparado con el tuyo) sobre Lisboa, el Parque de los Poetas de Oeiras,.... ý la siguiente breve reseña sobre la ciudad:

Lisboa es una ciudad de glorioso pasado y aspecto decadente, con enorme encanto, es una de las ciudades europeas más cosmopolitas. Tras subir las escaleras mecánicas de la estación de metro de Baxo Chiado o las interminables cuestas andando la calle, emerges a un escenario donde el tiempo parece haberse detenido. Al aire libre, presidiendo la terraza de la Cafetería A Brasileira, la estatua de Fernando Pessoa, sentado en la terraza como un cliente más entre la gente. Para los turistas y foráneos la estatua en bronce del genial Pessoa en un recuerdo del que hay que sacar al menos una foto, para los parroquianos del café, Pessoa es un contertuliano más, pues muy pocos fueron los días que el escritor no acudió a la Cafetería A Brasileira (el Café Gijón de Lisboa) a departir con sus contemporáneos.

me encata Lisboa, sus calles descoloridas y cansadas, el fado

y tu poema un dignísimo homenaje que te aplaudo:

"Vas a la noche azotada de cal, preñada de claveles"

Estás Sara Sara, pero que muy Sara

un beso

.

[Julio Gonzalez Alonso]

***
No hay palabras que toquen este silencio sucio
que brota en todas partes,
ese aroma lascivo de los perros subiendo por los muslos,
y tú, tan suya
balbuceas en la lengua del vencido toda oscuridad perversa
y ofreces al amor el esqueleto.

Vas a la noche azotada de cal, preñada de claveles,
y amas, amas como no es posible amar
sin la prolongación del ángel,
sin la piedra que lentamente curva tu honda anatomía.
***

No hace falta conocer Lisboa para amarla; basta mirarla en tus versos, Sara. El poema se crece y hace puro lirismo lleno de intensidad para adelgazarse luego, leve, y dejarnos suavemente en el suelo. La imagen de barrio de Lisboa, el aroma de su mar en sus aguas mecidas por el Tajo, el halo sensual que recorre la figura femenina, infantil, de la ciudad, resulta ser un gran acierto, de gran calado.
Salud.

[Óscar Distéfano]

Un bello poema en su arquitectura. Me ha sorprendido el ritmo
cadencioso, casi como de clamor. Es este, en verdad, un trabajo
que te ha quedado niquelado, apreciada poeta.

Un abrazo con afecto.
Óscar

[Blanca Sandino]

Muy sensual esta Lisboa tuya. Bello, muy bello y acertado el poema.


¿Te has quedado con todas las palabras, quilla? ¿No? Pues con las mías sí. No encuentro otra forma de decirte cuánto me ha gustado.

Enhorabuena, Sara, y todos mis aplausos.

Blanca

[Ramón Carballal]

Bellísimo poema, Sara. Lisboa es una de mis ciudades favoritas. Me ha emocionado leer tus versos. Un abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Las calles de Lisboa se muerden las esquinas
y lamen en secreto la pobreza,
suena un gemido frágil que roza como un fado,
como lágrima dulce,
como un verso sanguíneo de Pessoa
fluyendo por la vena del farsante.

Caes sobre el mundo como un crujido obsceno,
niña de rodillas sucias,
arena penetrada de palidez y escombro,
las orillas del Tajo te escupen en las nalgas
cuando estás más desnuda,
cuando suenas a carne y a pendiente
y lésbica te agitas.

No hay palabras que toquen este silencio sucio
que brota en todas partes,
ese aroma lascivo de los perros subiendo por los muslos,
y tú, tan suya
balbuceas en la lengua del vencido toda oscuridad perversa
y ofreces al amor el esqueleto.

Vas a la noche azotada de cal, preñada de claveles,
y amas, amas como no es posible amar
sin la prolongación del ángel,
sin la piedra que lentamente curva tu honda anatomía.

Tu desnudez ya no te pertenece
ni tus rezos
ni la espina cruel de tu blancura donde se rompe el aire.

Porque tú, niña despeinada de río,
con dulcísimo temblor de gorriones
has girado en el mar.

Un poema espléndido, Sara! No salimos ilesos después de su lectura.

Aplausos, muchos!

Un abrazo fuerte.

Hallie

[Ernesto perez]

Buh...joder, podría ser el himno no?

Es magistral la manera en la que describes Lisboa, porque no caes en ningun topico y haces un montón de acrobacias con las palabras que me ha dejado impresionado, un gran placer de veras leerte, saludos.


Caes sobre el mundo como un crujido obsceno,
niña de rodillas sucias,
arena penetrada de palidez y escombro,
las orillas del Tajo te escupen en las nalgas
cuando estás más desnuda,
cuando suenas a carne y a pendiente
y lésbica te agitas.


Especialmente.

[Sara Castelar Lorca]

Hay ciudades hembras que perpetúan el amor de los que las viven, aunque solamente sea por los instantes de unos días, más allá del tiempo y la distancia. Y fecundan añoranzas y dulcísmos renacimientos en forma de versos como éstos, por ejemplo. Claro que para eso es necesario que existan mujeres a la altura de su ancianidad espléndida, y que se encuentren, como vosotras -Lisboa y tú tan niña a su lado- y se produzca el milagro. Una ha puesto la historia y la hermosura de su viento y otra ha puesto la biografía mas frenética que existe en el éste foro y el talento para dibujar los garabatos lujosos de ese amor (ciudad-mujer) que ahora nos llega. Quizás porque eso de la belleza no le es ajeno a la inmensa poeta que está cuajando, que cuajó ya, a manos llenas y se nos da en cada entrega. Hoy le tocó a Lisboa la suerte.

Un beso, mi niña, y no pares.

Mi querido Val, es que Lisboa es uno de esos lugares donde la poesía es más, el amor es más...gracias por estar cerca y por todo ese cariño que me dejas siempre. Es que tú me ves muy niña y yo algo así me siento últimamente .

Un besote, chavalillo

Sara