Mar muerto

[Administración Alaire]

Enhorabuena, amigo Raúl, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "Mar muerto".
Un cordial abrazo.

[F. Enrique]

Impactante el poema, Raúl, no lo había leído. Pienso que es muy merecido el reconocimiento. Está vigente todo lo que dice y no hubiéramos deseado.

Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

NORABOA, amigo Raúl, por este merecido reconocimiento a tan excepcional poema.

Todo un placer de lectura.

Abrazos.

[Julio Gonzalez Alonso]

Me alegra, Raúl, la decisión de los compañeros para señalar como poema destacado este "Mar muerto", y te felicito por tu trabajo. Un abrazo.

[Javier Dicenzo]

Merecido reconocimiento a un poema cuya temàtica es trascendente.
javier

[Marisa Peral]

Felicidades, Raúl, por el reconocimiento semanal a tu poema.

Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Te felicito por la distinción recibida. Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Mi enhorabuena.

El poema lo merecía.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[xaime oroza carballo]

Tras toda la barahúnda surreal los tres últimos versos encierran un atisbo de esperanza más allá del aullido. ¡Que sí! ¡Que me gusta, incluso con las reiteraciones! Explicar un poema es como descifrar para otro el color del trino de un jilguero. Gracias por la frescura. Felicidades.

Fonda aperta, meu amigo.

[E. R. Aristy]

Me alegra ver tu obra Mar muerto galardonada como poema de la semana. Felicidades, querido y admirado Raul. Te extraño!

[Ventura Morón]

Querido amigo Raúl, parece que a veces solo están las palabras. Ellas pueden, en su inmenso poder, atraer mundos hacia los sentidos, evocar universos que se nos hagan más o menos reconocibles pero que a través de ello, podamos asimilar un paisaje que es germen de intenciones y de sentimientos.
Aquí la palabra se rompe. Busca entre lo podrido, parece querer moverse por esas profundidades avanza y no se contenta con anunciarlo, debe quedar claro, hay que sacar la artillería para que quede manifiesta esa guerra, esas guerras que se pueden librar en diferentes contextos y ser interiores o reales.
La infancia debe anularse, los recuerdos están contaminados, hay que llamar a la fealdad para que tiña el iris y se pregunte donde queda la belleza.
Es catártico e inquietante, has buceado lejos, solo queda que salgas de esa ciénaga renovado querido amigo
Un fuerte abrazo y felicidades por la distinción

[Julio Bonal]

A mi me ha parecido un excelente poema más llá de de uno o dos momentos que puede, sí, que el verso encalles, el verso, más que el ritmo. Pro queda ello compensado por la fuerza de la palabra que impone aquí su propio peso: intentar expresar algo y conseguir la palabra adecuada para hacerlo, su crudeza, su capacidad de disparar en el lector como mínimo el discomfort, creo que esto es saber qué se lleva uno entre manos, si es que alguien llega a saberlo alguna vez. Buen trabajo, bien destacado.

[F. Enrique]

Pienso, Raúl, que te lo has trabajado mucho, pero también pienso que puedo estar equivocado.

Enhorabuena en los dos casos.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Gracias a todos por apreciar el poema.

Saludos.

[Alonso Vicent]

Orino muñecos playmobil sobre un mar muerto,
con parsimonia defecado.
Nunca debí soplar la luz del vientre colonial,
allí habitan seres extraños, sin identidad,
que imaginan la doble hélice del ADN
enrollada a la podredumbre de la palabra.

Es bella la maniatada razón de la historia,
que no avanza y retrocede con mis pasos;
se hunde en la frente extraña de la luz.

Es fecunda la explosión de los soles huecos.
Arden excrementos en los dientes de un gusano,
que tirita de frío y navega perdido por los lavabos,
rodeado de sonidos marrones y extraños,
de moscas penetrando por los orificios
donde descansan las palabras podridas.

El tiempo se confunde con la arena de mi piel.
Mi mirada perdida y confusa intenta ver
la cópula de la locura con los seres extraños.
Busco algún inicio, algún centro de gravedad,
e intento pronunciar la palabra sagrada;
lanzo plegarias malolientes, heces amorfas
que condensan la melancolía de un aborto.

En la playa juegan las madres de los muñecos.
Ya no recuerdan a sus hijos, se quedaron dormidas,
la luz devoró sus microscópicos granos de arena
hasta desparramar sobre ellas un mar muerto.
Mis soles ardieron sobre la mirada de una madre
sepultada para siempre en el vacío de mi vientre.

Despreocupado jugaba con los ojos de mi madre,
ahora veo, asustado, como se esfuma por el retrete.
Ya no es posible jugar con los muñecos playmobil,
sólo puedo sentir la arena seca del tiempo
erosionando lo que pensaba que era mi vida.

Algún día vendrán los seres extraños y jugaran conmigo,
quién sabe, tal vez vuelva a verme en los ojos del tiempo,
en la mirada de una madre que despierta de nuevo.

Colonianismos y políticas globales. La palabra se codifica para no decir; pero en este poema se salva, desde el vientre hasta a el oxígeno que tantas veces asfixia. Los seres extraños ya están aquí, entre nosotros. ¿Deberíamos seguir jugando?. De momento, imaginemos.
Me pareció excelente el poema, Raúl, y a decirlo vine.
Un abrazo, compañero.