Mar muerto

[Raul Muñoz]

Orino muñecos playmobil sobre un mar muerto,
con parsimonia defecado.
Nunca debí soplar la luz del vientre colonial,
allí habitan seres extraños, sin identidad,
que imaginan la doble hélice del ADN
enrollada a la podredumbre de la palabra.

Es bella la maniatada razón de la historia,
que no avanza y retrocede con mis pasos;
se hunde en la frente extraña de la luz.

Es fecunda la explosión de los soles huecos.
Arden excrementos en los dientes de un gusano,
que tirita de frío y navega perdido por los lavabos,
rodeado de sonidos marrones y extraños,
de moscas penetrando por los orificios
donde descansan las palabras podridas.

El tiempo se confunde con la arena de mi piel.
Mi mirada perdida y confusa intenta ver
la cópula de la locura con los seres extraños.
Busco algún inicio, algún centro de gravedad,
e intento pronunciar la palabra sagrada;
lanzo plegarias malolientes, heces amorfas
que condensan la melancolía de un aborto.

En la playa juegan las madres de los muñecos.
Ya no recuerdan a sus hijos, se quedaron dormidas,
la luz devoró sus microscópicos granos de arena
hasta desparramar sobre ellas un mar muerto.
Mis soles ardieron sobre la mirada de una madre
sepultada para siempre en el vacío de mi vientre.

Despreocupado jugaba con los ojos de mi madre,
ahora veo, asustado, como se esfuma por el retrete.
Ya no es posible jugar con los muñecos playmobil,
sólo puedo sentir la arena seca del tiempo
erosionando lo que pensaba que era mi vida.

Algún día vendrán los seres extraños y jugaran conmigo,
quién sabe, tal vez vuelva a verme en los ojos del tiempo,
en la mirada de una madre que despierta de nuevo.

[Alejandro Costa]

Genial, Raúl, genial.

Me ha encantado, me ha gustado esa locura impregnada de unas metáforas imposibles y a la vez, bellas, muy bellas.

He disfrutado leyéndote, compañero.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Raul Muñoz]

Gracias, Alejandro, amigo, por tu generosidad. Me alegra que te haya gustado.

Un abrazo.

[Rafel Calle]

En este apocalíptico y sucio panorama, tremendamente desalentador, pareces inmiscuirte en un balance vital donde al protagonista no le salen las cuentas. Y, sí, supongo que a veces pasa, haces un arqueo y el ábaco se vuelve loco...
En fin, debo suponer que cuando el tiempo afecta a la próstata, eso de orinar muñecos puede resultar peliagudo..., quizá sea mejor mear colonia, con toda la afectación que ello conlleva, querido amigo Raúl.
Y, bueno, si en la reunión de León te animas a explicarnos los recovecos de este poema o solamente a recitarlo, creo que mientras tanto lo más apropiado será coger una buena cogorza en el Húmedo, con un reserva del Bierzo.
Un fuerte abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Un poema lleno de imágenes surrealistas. Simbolismo lleno de sustancia.

Entre lo escatológico y lo creativo hay un camino de vida y ardiente creación.

Solo hace falta coraje para recorrerlo sin excusas.

Un beso
Felicidades
Ana

[Raul Muñoz]

Gracias, Rafael, amigo, por venir al toque surreal y lúdico. Me hace mucha gracia lo de los muñecos Playmobil o la colonia, amén de los posibles problemas de próstata. Cada uno que se lo imagine sin paliativos; a son de trompeta o entrompado

Si seguimos en lo patético y decrépito, mejor acompañarlo con un tema de un grupo mítico de la Ciudad satélite o Ciutat podrida de Korneyà.




Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Gracias, Ana, por venir al poema. Me alegro que te haya gustado..

Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Orino muñecos playmobil sobre un mar muerto,
con parsimonia defecado.
Nunca debí soplar la luz del vientre colonial,
allí habitan seres extraños, sin identidad,
que imaginan la doble hélice del ADN
enrollada a la podredumbre de la palabra.

Es bella la maniatada razón de la historia,
que no avanza y retrocede con mis pasos;
se hunde en la frente extraña de la luz.

Es fecunda la explosión de los soles huecos.
Arden excrementos en los dientes de un gusano,
que tirita de frío y navega perdido por los lavabos,
rodeado de sonidos marrones y extraños,
de moscas penetrando por los orificios
donde descansan las palabras podridas.

El tiempo se confunde con la arena de mi piel.
Mi mirada perdida y confusa intenta ver
la cópula de la locura con los seres extraños.
Busco algún inicio, algún centro de gravedad,
e intento pronunciar la palabra sagrada;
lanzo plegarias malolientes, heces amorfas
que condensan la melancolía de un aborto.

En la playa juegan las madres de los muñecos.
Ya no recuerdan a sus hijos, se quedaron dormidas,
la luz devoró sus microscópicos granos de arena
hasta desparramar sobre ellas un mar muerto.
Mis soles ardieron sobre la mirada de una madre
sepultada para siempre en el vacío de mi vientre.

Despreocupado jugaba con los ojos de mi madre,
ahora veo, asustado, como se esfuma por el retrete.
Ya no es posible jugar con los muñecos playmobil,
sólo puedo sentir la arena seca del tiempo
erosionando lo que pensaba que era mi vida.

Algún día vendrán los seres extraños y jugaran conmigo,
quién sabe, tal vez vuelva a verme en los ojos del tiempo,
en la mirada de una madre que despierta de nuevo.

Tiene que ser así de duro, así de desquiciado, así de surreal. Si un niño orina muñecos cuan dolorosa es su necedad de jugar, de sentirse vivo, imaginativo, en confianza para hablar con lo invisible de la imaginación. Cuando la realidad es una putrida ruina entre los cadáveres de familias, sin agua, sin comida, teniendo que cortar piernas y brazos sin anestesia, sin receso alguno una multitud de aves de rapiña persigue, prosigue. Creo que es un poema indecente, grotesco, copia fiel del terrorismo que ahora a las familias Palestinas. Es un poema para vomitar y llorar el venenoso flujo que acompaña a este momento en la historia humana. Se nota que tú corazón y tu mente han pisado la poesía de lo infame y horroroso acontecimiento que embarga vertiginosamente a la humanidad que testifica de lo que es capaz el hombre contra el hombre. Un abrazo grande, Raul.

[Raul Muñoz]

Gracias Roxane, amiga, por tu valiosa aportación al poema. Puede servir el surrealismo para llevarnos al límite de lo insoportable con lo grotesco del vocabulario. Como señalas, la historia de la humanidad es un absurdo abominable en su violencia; violencia que ningún poema podrá nunca describir. Para eso está la realidad que bien señalas. Quizá la poesía pueda servir para remover o amplificar la conciencia y que surjan las preguntas necesarias para conocernos a nosotros mismos, más allá de máscaras, clasificaciones, etiquetas, poder o estatus. De nuevo, gracias por estar siempre, estimada.

Un abrazo.

[Armilo Brotón]

Yo encuentro imágenes sugerentes, nunca surrealismo extremo, incomprensible, en este poema. Las metáfora, símil, hipérbole y otras figuras literarias, utilizadas con profusión a lo largo de la obra, me sirvieron para realzar la intensidad del mensaje.
Sabes, por el tiempo que llevamos juntos aquí, que no suelo entrar mucho en la hermenéutica; en contadas ocasiones porque, con cariño, quiero comentar y no entrar en la parte formal, a veces desastrosa y levantar suceptibilidades: aquellos fueron otros tiempos.
Yo soy un profesional de un area distinta a la literatura. Escribo por aficción y no voy de maestro de lo que no soy. Todo lo refiero a mi gusto y aficción. Valga este rollo para decirte, basado en que leo que eres tolerante a la crítica, que formalmente el poema puede mejorar. ¿Dónde? En la parte rítmica. Cuando nos puede la emoción, ese impulso que también es inspiración, a veces, decuidamos la parte formal. En algunos, este es el caso, se nota poco porque son poemas que van directamente al corazón. También leo estrofas en que la misma palabra se repite hasta tres veces, leo redundancias y densidad: creo que te pudo el impulso por publicarlo.
A mi lectura es un poema clarísimo en el contenido, el campo semántico, coherente y rico, fue llenando mi mente de impactos emocionales que pivotaron, como satélites, alrededor del núcleo propuesto: Mar muerto.

Un abrazo amigo

[Óscar Distéfano]

Me adhiero al comentario de Armilo, en cuanto que el poema (que lo considero valioso) se encuentra todavía en proceso en el aspecto formal. En cuanto a contenido, nada que objetar: tanto el lenguaje como el recurso de la escritura automática me resultan válidos. Sapos y culebras salieron a vomitar sus verdades. Salud!

Un abrazo grande.
Óscar

[Pilar Morte]

Cuando leí el título pensé en "El Mar Menor" y pienso que parte del poema responde a la tragedia que vive. Tus versos muestran de forma contundente y dura la situación que nos rodea, todo apoyado en ese simbolismo que sueles dar a tus poemas. Ha sido un placer leerte.
Un abrazo grande y felicidad

[Raul Muñoz]

Gracias, Armilo, amigo, por venir al poema, por tu generosidad al entrar en detalles con tu acertado comentario.

Fíjate por los caminos que nos lleva siempre la poesía. Ahora lo pienso, por algunos comentarios, pero cuando lo puse no era consciente; el título enfoca claramente la zona geográfica de Oriente próximo con todo lo que en estos momentos ocurre allá y puede evocarnos. También puede hacer alusión, como comenta más adelante Pilar, al Mar menor en la región de Murcia y la catástrofe medioambiental. No obstante, este poema cuando lo escribí hace muchos años, no aludía a lugar o geografía, simplemente evocaba la memoria de mi propia vida y experiencias de la infancia. Encontré apropiado y vino por inspiración titularlo: Mar muerto. Este poema pertenece a mi primera y más efusiva escritura, siempre muy cercana al surrealismo, pero, como señalas, y coincido contigo, también en base a comentarios que ya me hacían algunos compañeros, nunca era del todo surrealista. Más bien había una profusión de imágenes en los límites del dolor y la necesidad de expresar emociones, entonces, muy densas que oprimían el corazón roto. Así fue en aquellos tiempos de catacumbas, este poema da prueba de ello, en su intensidad que puede resultar densa o repetitiva; que para nada atiende a lo formal o estructura rítmica.

Aprecio tu valoración y crítica constructiva. Me da pie a plantearme la revisión del poema para próximas correcciones. Al fin y al cabo, un poema nunca termina de escribirse, siempre se escurre, es más ágil que un pez, en lo que quiere decir y aún no comprendemos.

Muchas gracias por tu generosidad, amigo.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Gracias, Óscar, amigo, por venir al poema.

Un abrazo.

[Raul Muñoz]

Gracias, Pilar, amiga, siempre es una alegría encontrarte en mis poemas.

Un abrazo.