Alejandro Costa escribió: ↑Mar, 21 Jun 2022 21:02
¿Qué hago con esas palabras?
Dispongo de un puñado de artículos,
pronombres, adjetivos
e infinidad de signos ortográficos,
de papel, bolígrafo y hasta del reflejo de la luna.
En un capazo destartalado esperan conjunciones,
para enlazar alguna que otra palabra,
algún que otro despiste,
mientras muerden un simple punto
o devoran un punto y coma.
Pero no tengo el sentido espabilado.
Si golpean demasiado fuerte las gotas de lluvia,
y los cristales no se quejan,
ni las ventanas le obligan a hacerlo,
¿qué puedo yo sentir, si no siento?
¿Qué puedo yo hacer con este puzle?
Tengo palabras, sí,
pero no tengo pasillos creativos en la mente,
ni la mirada me los ofrece,
ni encuentro la incógnita de la ecuación,
ni tan siquiera sé si mañana será otro día.
En una caja imaginaria,
las palabras, los signos, los adjetivos,
todos, absolutamente todos,
están alborotados, nerviosos,
incapaces de alterar mis neuronas,
la vena de la creación y el motor de la escritura.
No dispongo de cielo, de mar, de flores,
tan recurrentes a la hora de perfilar una frase,
una simple palabra, o un deseado verso.
Es como la metáfora de un escritor
sin tema para escribir un libro,
de una noche con telas de color negro,
o un perchero, viejo, astillado,
sin nada para colgar.
Soy como un reloj sin horas,
unos ojos sin lágrimas
y un borrón imposible de quitar.
A veces pienso en remover la caja,
destriparla y tirar lo que hay dentro,
intentando, qué entre ellos,
acudan a mi rescate y me obsequien
algo parecido a una frase,
ordenada y en perfecto estado de revista.
Es entonces cuando se activa mi alma herida,
el cerebro, tantas veces atrofiado,
tantas otras descompuesto,
y le doy forma al puzle.
Las palabras se alían con los pronombres,
los signos ortográficos crean alambradas a su alrededor,
los adjetivos cubren los huecos perdidos,
conjunciones, artículos,
todo se mueve en una constante creación.
¡Y aparece la frase! ¡El verso! ¡La metáfora!
¡Y nace el poema!
Ahora siento el golpeo insistente de las gotas de lluvia,
y el lamento en silencio
de las ventanas y sus cristales.