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[LEFT][/LEFT][LEFT] [/LEFT][LEFT]Todas íbamos a ser reinas.[/LEFT][LEFT]Gabriela Mistral[/LEFT]
El año que se ahogaron los gigantes nadie tenía una corona ni un verano con sueños de chiquilla que hablara de los pájaros, nadie tenía la edad de los naranjos cuando saben a verde y clavan en el labio su edad escandalosa.
Los ojos de Alfonsina eran todos los ojos sumándose a las aguas y amaron toda soledad de golpe y se supieron hembras.
Se adentraron los silbos en el pelo mientras el mar dolía en una sola gota, ya no quedaban muertos que llorar y no quedaban niños azulando las noches, las formas de la higuera anidaron los muslos como frutos austeros que sin pudor se olvidan.
El año que se ahogaron los gigantes ella amaba la tristeza del árbol la huella quebradiza de los montes sobre la gravedad del vientre y otoños que parían cinturas amarillas. Ella soñaba uvas en la paz del sarmiento y supo que el poeta era la única verdad sonora, la tierna obstinación a lo que sangra.
Háblame, Juana, dime en qué lugar las violetas forman un cimbel de palomas, en qué segundo el fruto de las torvas riega los helechos para comprender la llama, para saberse entera. Dime, qué animal se trenza al hilo del mistral y todo es una sola luz que te parte las uñas.
¿Acaso en esta oscuridad me ves, saben ellas que el lirio es un arma imposible para matar la lengua de los amores muertos?
Sí, todas íbamos a ser reinas.
Última edición por Sara Castelar Lorca el Jue, 12 Feb 2009 19:28, editado 1 vez en total.
En una primera lectura, me parece un excelente trabajo, querida amiga Sara.
Felicidades, colega, te veo en plena forma y subiendo el voltaje. Tienes una estética, una forma de componer los versos, que a mí me parece absolutamente genial. Volveré para un comentario más acorde con este bellísimo poema.
Un fuerte abrazo.
Me encantaron los nuevos ojos cuando cambia la vida, un poema pleno de esa sutil delicadeza de tus versos
Felicidades por el poema, muchos
Un abrazo
Pilar
"Háblame, Juana, dime en qué lugar
las violetas forman un cimbel de palomas,
en qué segundo el fruto de las torvas riega los helechos
para comprender la llama,
para saberse entera.
Dime, qué animal se trenza al hilo del mistral
y todo es una sola luz que te parte las uñas.
¿Acaso en esta oscuridad me ves,
saben ellas que el lirio es un arma imposible
para matar la lengua de los amores muertos?
Sí, todas íbamos a ser reinas. "
Un poema inmenso, Sara. La voz femenina que arde en el mundo, qué no muera jamás!!!!
Era el tiempo de los amores muertos, de los sueños rotos, ahora todo resucita y fulge desde su impávida melancolía en un poema genial: este. Y sabes qué te digo, que la bienaventurada bondad de este poema te pone a ti una corona de laurel porque tú sí lo has conseguido: reina. Reinas en el vuelo de los versos y en nuestros corazones azorados por tanta belleza. Tu poesía me pone, qué le voy a hacer.
No son calladas reseñas las que matizas Sara.
Con tu voz, exacta y serena pones los ojos de los lectores en la realeza de lo poético, en las grandes damas del verbo que como campanas hechas de arcilla ciñen sus coronas ocres al correr de los tiempos, de la memoria desvelada, para que no duerma el recuerdo porque a las reinas no se las olvidan jamás.
Compartir poesía contigo, Sara, es, para mí, un privilegio.
Creces. Creces en cada uno de ellos. Continuamente.
APLAUSOS.
Blanca
Háblame, Juana, dime en qué lugar
las violetas forman un cimbel de palomas,
en qué segundo el fruto de las torvas riega los helechos
para comprender la llama,
para saberse entera.
Dime, qué animal se trenza al hilo del mistral
y todo es una sola luz que te parte las uñas.
¿Acaso en esta oscuridad me ves,
saben ellas que el lirio es un arma imposible
para matar la lengua de los amores muertos?
Sara Castelar Lorca escribió:[LEFT][/LEFT][LEFT]Todas íbamos a ser reinas.[/LEFT][LEFT]Gabriela Mistral[/LEFT]
El año que se ahogaron los gigantes nadie tenía una corona ni un verano con sueños de chiquilla que hablara de los pájaros, nadie tenía la edad de los naranjos cuando saben a verde y clavan en el labio su edad escandalosa.
Los ojos de Alfonsina eran todos los ojos sumándose a las aguas y amaron toda soledad de golpe y se supieron hembras.
Se adentraron los silbos en el pelo mientras el mar dolía en una sola gota, ya no quedaban muertos que llorar y no quedaban niños azulando las noches, las formas de la higuera anidaron los muslos como frutos austeros que sin pudor se olvidan.
El año que se ahogaron los gigantes ella amaba la tristeza del árbol la huella quebradiza de los montes sobre la gravedad del vientre y otoños que parían cinturas amarillas. Ella soñaba uvas en la paz del sarmiento y supo que el poeta era la única verdad sonora, la tierna obstinación a lo que sangra.
Háblame, Juana, dime en qué lugar las violetas forman un cimbel de palomas, en qué segundo el fruto de las torvas riega los helechos para comprender la llama, para saberse entera. Dime, qué animal se trenza al hilo del mistral y todo es una sola luz que te parte las uñas.
¿Acaso en esta oscuridad me ves, saben ellas que el lirio es un arma imposible para matar la lengua de los amores muertos?
Sí, todas íbamos a ser reinas.
Deja un sabor a acíbar y decepción ese último verso. El poema es muy estilizado, y contiene un buen puñado de hermosas imágenes, amén de un rico y vasto léxico.
Un gran poema, Sara!
Consigues un clima perfecto, desciendes hasta una soledad compartida, hasta los sótanos de la misma incomprensión.
Tu implicación supura cercanía, y el poema sujeta toda esa profundidad,las raíces que terminan uniéndose, incluso por debajo de la propia palabra.
Tu estilo se va haciendo inconfundible, y ese es uno de los logros más importantes en poesía.
Enhorabuena y un fuerte abrazo.
Sara Castelar Lorca escribió:
Háblame, Juana, dime en qué lugar las violetas forman un cimbel de palomas, en qué segundo el fruto de las torvas riega los helechos para comprender la llama, para saberse entera. Dime, qué animal se trenza al hilo del mistral y todo es una sola luz que te parte las uñas.
Me gustó todo, Sara; y de todo, lo más, esta estrofa en la que interpelas al personaje. Aplausos, muchos. Con un abrazo norteño.
Salud.
Sara Castelar Lorca escribió:
Háblame, Juana, dime en qué lugar las violetas forman un cimbel de palomas, en qué segundo el fruto de las torvas riega los helechos para comprender la llama, para saberse entera. Dime, qué animal se trenza al hilo del mistral y todo es una sola luz que te parte las uñas.
Me gustó todo, Sara; y de todo, lo más, esta estrofa en la que interpelas al personaje. Aplausos, muchos. Con un abrazo norteño.
Salud.
Sara Castelar Lorca escribió:[LEFT][/LEFT][LEFT]Todas íbamos a ser reinas.[/LEFT][LEFT]Gabriela Mistral[/LEFT]
El año que se ahogaron los gigantes nadie tenía una corona ni un verano con sueños de chiquilla que hablara de los pájaros, nadie tenía la edad de los naranjos cuando saben a verde y clavan en el labio su edad escandalosa.
Los ojos de Alfonsina eran todos los ojos sumándose a las aguas y amaron toda soledad de golpe y se supieron hembras.
Se adentraron los silbos en el pelo mientras el mar dolía en una sola gota, ya no quedaban muertos que llorar y no quedaban niños azulando las noches, las formas de la higuera anidaron los muslos como frutos austeros que sin pudor se olvidan.
El año que se ahogaron los gigantes ella amaba la tristeza del árbol la huella quebradiza de los montes sobre la gravedad del vientre y otoños que parían cinturas amarillas. Ella soñaba uvas en la paz del sarmiento y supo que el poeta era la única verdad sonora, la tierna obstinación a lo que sangra.
Háblame, Juana, dime en qué lugar las violetas forman un cimbel de palomas, en qué segundo el fruto de las torvas riega los helechos para comprender la llama, para saberse entera. Dime, qué animal se trenza al hilo del mistral y todo es una sola luz que te parte las uñas.
¿Acaso en esta oscuridad me ves, saben ellas que el lirio es un arma imposible para matar la lengua de los amores muertos?
Sí, todas íbamos a ser reinas.
... Sara, este poema es sencillamente estupendo, compañera, con matizaciones y metáforas de 10, da gusto así; Orión
"... nunca se da de lo que se tiene, sino de lo que se es".