Buñuel y sus dos voluptuosos pecados

[J. J. Martínez Ferreiro]

Buñuel imaginaba el siniestro sabor
de los blanquísimos pies en los labios de la carne,
esos dos voluptuosos pecados.

Muy buenos ingredientes conforman este poema: el remanso de las horas bajo la niebla del tabaco (tabaco de pipa?), el incienso y el surrealismos de Buñuel.
¡Ahí es ná!
Un fuerte abrazo, Ferreiro.

Gracias, Ana, por pasar y comentar; celebro que hayas disfrutado de estos versos en el rancio ambiente de templo con "santas" y frustradas mujeres.
Buñuel, con la retranca que le caracterizaba, recreaba los "voluptuosos" besos de los sacerdotes en los pies adolescentes.

Bicos, saúde y Feliciano para pecar libremente y "a pie desnudo".

[J. J. Martínez Ferreiro]

Carmen, ya me contarás tus impresiones de "Él", un film poco conocido de Buñuel, pero para mí una de sus obras maestras, donde lleva el tema de los celos hasta límites insospechados, todo ello acompañado por un surrealista diseño de interiores que subraya el carácter desquiciado del protagonista.

Bicos, saúde y Feliciano para pecar libremente y "a pie desnudo".

[Rafel Calle]

Tan bello como interesante trabajo, amigo Ferreiro, en un post que guuarda comentarios impagables.
Felicidades.
Abrazos.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Buñuel imaginaba el siniestro sabor
de los blanquísimos pies en los labios de la carne,
esos dos voluptuosos pecados.

Muy buenos ingredientes conforman este poema: el remanso de las horas bajo la niebla del tabaco (tabaco de pipa?), el incienso y el surrealismos de Buñuel.
¡Ahí es ná!
Un fuerte abrazo, Ferreiro.

Gracias, Aniña, por respirar este ambiente rancio y pesado que se desprende del poema.

Qué tengas un feliciano para pecar libremente y a pie desnudo.

Bicos