Rafel Calle escribió:Amiga Era:
Después de tanto tiempo de interrelacionar contigo en Alaire, tengo claro que, por lo que sea, eres proclive a crear situaciones, digamos, rocambolescas. Bueno, cada cual es como es y no seré yo quien juzgue comportamientos. El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra (yo, por supuesto, me agacharía).
En fin, estás aquí y traes un poema muy bello, de lo mejor que te he leído (creo que tienes que revisar alguna coma).
Felicidades y larga vida, compañera.
Abrazos.
Rafel, me has dado una gran lección de lo que es elegancia, madurez y objetividad estética. Has descrito con certeza, no exenta de ironía, la realidad en base a tu experiencia sin entrar en emocionalismos fáciles, sin dejarte atrapar por una maraña retórica incongruente a todas luces. Eres viejo, amigo, eres duro y tierno a la vez.
El tiempo a las personas inteligentes les regala sabiduría y desapego y si son generosas, como es tu caso, la capacidad de trasmitir conocimiento. Esta página no sería lo grande que es sin ti. No son halagos sin fundamento, aquí está la demostración más fehaciente de lo que afirmo: eres capaz de valorar con justeza —siempre interviene el subjetivismo, eso es insoslayable a cualquier acción humana— la valía de un poema, de reportar lo mejorable al tiempo que no callas una situación esperpéntica sin que te afecte al decir. Tienes el conocimiento suficiente para valorar el potencial de un poema y de su autor, tienes el tacto para lograr que cualquier compañero de letras se sienta seguro de que va a ser bien tratado en el foro, de que se va a leer con atención sus obras, tienes la valentía `para decir las cosas como las piensas, tienes la humildad de consentir rejonazos por alguno de nosotros —no inmutarte demasiado— y seguir queriéndonos, tienes la bohemia y un amor inconmensurable a la poesía que yo nunca entenderé.
Un abrazote