Sobre el abuso de género y otras obras despreciables.
“Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo. ”
Elie Wiesel. Nobel de la Paz 1986

Un pene quizá largo
quizá del grosor del deseo.
Quizá un clítoris erecto
en la evolución del garrote,
una droga infiltrada
en la copa
para cogerle de greñas
y arrastrar
a esa tentadora
esa rosa negra
como un beso rojo
en las entrepiernas.
Una blanca en el mercado
vendiendo el calostro
una madre santa
de arrugas teñida
una hermana corpogrande
casi como un monstruo
echando rayos por la boca
una hija dulce sobre las rodillas
empollando el huevo del pájaro loco
que taladra el árbol
desde la semilla.
Amigas que estudiaron derechos
y que la castigan por decir “acoso”
cuando solo eran amigas con derechos
con cabellos largos y salario corto.
Una domadora
Una fusta en mano
Fetichismo de botas
De charol brillante
Una complicada
Mujer ignorante
Con patas de gallo
cuello de tortuga
de tetas caídas
Y culo muy ancho
Un ángel
Una princesa
Una enfermera
En lencería de seda ardiente
Un lujo para ese enfermo
Ese rey que duerme
sobre las faldas de los infiernos
Una alpinista de 110 libras
Y sin poder elevar a la igualdad el peligro.
Seductoras, educadoras, señoras,
promotoras de pelirroja postura,
y piernas largas
fina cintura.
Una entrevista de empleo
Unas nalgas firmes
Sobre un cañón de la plaza
palomas y tortolitos
jubileo, mocetón,
poeta de correteo
el campeón!
Para presidenta,
en camino a marte
Alcaldesa, jueza
Dulcinea picante
Todas y ningunas
Han valido un duro
Importado un bledo
Un pene tajante
Un intransigente
Un comprador de brillantes
Un falo como un faro en la noche del mar
Un bigote,
Con los pantalones bien puestos,
Correa en mano,
Corbata suelta
Poemas del alma
con sabor a mierda.
Ingenieros, carboneros,
trompetistas, panaderos,
voyeristas y guerreros,
apiñados en el fuego.
Cabecillas
Trepaderos
Lengua larga
Cumbacheros
Machistas, violinistas,
terroristas,
pluma en mano
manos sueltas
orfebre de sortijas
sin compromiso.
Misógino
donjuanista!
Curanderos, policías,
profetas, mercaderes,
pastores con sus ovejas
que total, son igualitas,
Y mejor que no se quejan.
Acoso
¿Acaso?
Que no diga nada
que no soy pendejo
que esa malpagada
A este malparido
le quita el pellejo
Con aceite ardiente
con gillet afilada
sea con mis uñas
o con mi mirada
sea como sea
esa está marcada
por puta
por vieja
por culicagada
Le parto la imagen
con una trompada
ese cuero sucio
mujer liberada
Toma, toma,
métetelo en la boca
trágame si puedes
¡Maldita loca!
E. R. Aristy