Sobre todo evitar el fastidio, Guillermo. Sonrío.Guillermo Cuesta escribió:Introspectiva visión de lo que eres. Aquí nos lo presentas traducido para que no haya equivocación ni fastidio.
un abrazo
Gracias por la nota y un abrazo.
Ignacio
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Sobre todo evitar el fastidio, Guillermo. Sonrío.Guillermo Cuesta escribió:Introspectiva visión de lo que eres. Aquí nos lo presentas traducido para que no haya equivocación ni fastidio.
un abrazo
Me alegra tu comentario. Gracias Carmen.Carmen Pla escribió:Muy grata lectura, un poema elaborado con las vicisitudes del hombre frente a la vida.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo, Ignacio
Saludos. Gracias por vuestra consideración y atención constante por la poesía.Administración Alaire escribió:Enhorabuena, amigo Ignacio, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "Hombre".
Un cordial abrazo.
Me alegra lo que dices, Xaime. Gracias y un abrazo.xaime oroza carballo escribió:Es un gran poema, me han gustado las imágenes de todo el viaje.
Un abrazo, Ignacio
Gracias J.J. aprecio tus notas y los comentarios.J. J. M. Ferreiro escribió:Magnífica, y muy bella esta conversación de la consciencia frente al dios. Me gusta mucho la serenidad que desprende, y el fluir tranquilo de versos y escenarios.
Todo un placer de lectura, amigo Ignacio.
Un fuerte abrazo.
Gracias Rosa, me alegra tu nota. Un abrazo.Rosa Marzal escribió:Un bello, original y bien planteado poema introspectivo, que rezuma humanidad.
Mis aplausos, Ignacio.
Abrazos.
Aprecio tu nota, Arturo. Gracias y un abrazo.Arturo Rodríguez Milliet escribió:Impactante. Interesante dialogo intimista del poeta con su deidad,Ignacio Mincholed escribió:...
Pareces dormido.
No. Leía, esperaba. Miraba el viento.
Pareces cansado.
Es posible. La luz pesa y me detiene.
Estuve ayer en el techo de los árboles,
al atardecer pasaban los pájaros a la altura de mis ojos.
Los he escuchado nadar en la noche
por el fondo de un mar adormecido.
Vi sus siluetas, golpes de aire, al templarse el rígido sol
sin rojos ni azules, vestidas de luto.
Pareces un hombre.
Sí.
Pensaba en los mitos y en los dioses. Sí. Soy un hombre
dibujando su misterio.
Tú, que dices ser el padre de las rocas y el agua, alejado
de mi espíritu me confundes participando en los sueños
de mi sosegada razón.
Pareces dudar.
No. Sólo es consciencia de esta soledad.
Estuve ayer en el suelo de las nubes,
peces de nácar y cristal volaban enredados en mis pies
la superficie de la tierra adormecida.
Vi otros hombres realizando cosas extraordinarias, vida
desde la víscera donde el fuego nace.
Te engañas.
Quizá.
He sido zorro entre las parras.
A su sombra he dormido benévolas noches de agosto
bajo la lluvia de los jazmines cuando caen con pereza
bailando, blancos y desnudos,
viva y alocada mi consciencia hacia el sur de las pasiones.
Trigo, vinos y carne dulce en esa intemperie del instinto
donde queman los sentidos bajo un cielo repleto de uvas.
Pareces feliz.
A veces.
Hoy sí.
En esta terraza de otoño junto al suave brillo de su sonrisa.
...
rico en imágenes con depurada poética. Un gusto su lectura.
Un abrazo.