Ejercicio número ocho

[José Luis Sánchez]

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Y siempre se hizo tarde,
nunca amanecía con la prontitud
necesaria al caso: atrapar la luz
en las vastas redes de los ojos,
hacer haces de las primeras nubes
tintadas del nuevo día y llevarlas al pecho.
A toda hora el reloj corría desbocado
con los minutos jadeantes fuera de la esfera
(el tictac era la perfecta taquicardia).

Y siempre llegábamos tarde
a la vida. Alcanzábamos el andén
y ya el penacho de humo
de los calendarios se divisaba
en la lejanía de los tiempos perdidos.

Como un agua mágica de etérea
materia, así se evaporó la existencia
y nos dejó este desierto de lo cotidiano,
esta colección de sombras
que pagamos en cómodos plazos.

A sangre y fuego aprendimos
estas lecciones de tinieblas.
Ahora, nos miramos las manos
(comprobamos su oquedad),
consultamos dubitativos los espejos
( que sonríen burlones),
releemos cartas de los viejos amigos muertos
(apreciamos el papel amarillo y la tinta penumbrosa)
y nos damos cuenta de la inutilidad
de la nostalgia en plena rebelión
(fugaz como un reflejo, a qué engañarse)
en esta época de últimos atardeceres.


2016


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[Ramón Carballal]

Buen poema, sin duda. No creo que sea el primero que escribes, precisamente. Bienvenido al foro y un saludo.

[jose manuel saiz]

Bienvenido José Luis. Te presentas con un excelente tarjeta de presentación. Me ha gustado mucho tu poema.
Un abrazo,
J. Manuel

[Lunamar Solano]

Muy bello...profundo y conmovedor...
Un gusto leerte amigo...bienvenido!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Pilar Morte]

Te has presentado con un hermoso poema. Te seguiré. Bienvenido al foro. Te deseo feliz estancia
Un abrazo
Pilar

[Pablo Ibáñez]

José Luis,

es la primera vez que te leo, amigo. Bienvenido a Alaire. Me gusta mucho el poema que nos presenta, me parece trufado de inventos muy bien definidos, de talento. Tu poética me recuerda a la de tu tocayo de apellido, Manuel Sánchez, gran poeta.

Y siempre llegábamos tarde
a la vida.

Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

[Rafel Calle]

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Y siempre se hizo tarde,
nunca amanecía con la prontitud
necesaria al caso: atrapar la luz
en las vastas redes de los ojos,
hacer haces de las primeras nubes
tintadas del nuevo día y llevarlas al pecho.
A toda hora el reloj corría desbocado
con los minutos jadeantes fuera de la esfera
(el tictac era la perfecta taquicardia).

Y siempre llegábamos tarde
a la vida. Alcanzábamos el andén
y ya el penacho de humo
de los calendarios se divisaba
en la lejanía de los tiempos perdidos.

Como un agua mágica de etérea
materia, así se evaporó la existencia
y nos dejó este desierto de lo cotidiano,
esta colección de sombras
que pagamos en cómodos plazos.

A sangre y fuego aprendimos
estas lecciones de tinieblas.
Ahora, nos miramos las manos
(comprobamos su oquedad),
consultamos dubitativos los espejos
( que sonríen burlones),
releemos cartas de los viejos amigos muertos
(apreciamos el papel amarillo y la tinta penumbrosa)
y nos damos cuenta de la inutilidad
de la nostalgia en plena rebelión
(fugaz como un reflejo, a qué engañarse)
en esta época de últimos atardeceres.


2016


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Bienvenido, amigo José Luis, es un placer tenerte entre nosotros; esperemos que Alaire sea de tu gusto.
Te presentas con un bellísimo poema digno de un autor experto en técnica rítmico-literaria.
Mi enhorabuena. No iremos leyendo.
Un cordial saludo.

[Ramón Castro Méndez]

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Y siempre se hizo tarde,
nunca amanecía con la prontitud
necesaria al caso: atrapar la luz
en las vastas redes de los ojos,
hacer haces de las primeras nubes
tintadas del nuevo día y llevarlas al pecho.
A toda hora el reloj corría desbocado
con los minutos jadeantes fuera de la esfera
(el tictac era la perfecta taquicardia).

Y siempre llegábamos tarde
a la vida. Alcanzábamos el andén
y ya el penacho de humo
de los calendarios se divisaba
en la lejanía de los tiempos perdidos.

Como un agua mágica de etérea
materia, así se evaporó la existencia
y nos dejó este desierto de lo cotidiano,
esta colección de sombras
que pagamos en cómodos plazos.

A sangre y fuego aprendimos
estas lecciones de tinieblas.
Ahora, nos miramos las manos
(comprobamos su oquedad),
consultamos dubitativos los espejos
( que sonrien burlones),
releemos cartas de los viejos amigos muertos
(apreciamos el papel amarillo y la tinta penumbrosa)
y nos damos cuenta de la inutilidad
de la nostalgia en plena rebelión
(fugaz como un reflejo, a qué engañarse)
en esta época de últimos atardeceres.


2016


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Bienvenido al foro. Excelente trabajo de presentación.
Un abrazo.

[Luis M]

Un ejercicio muy hermoso y bien escrito. Bienvenido al foro, José Luis.

[Ventura Morón]

Bienvenido a nuestro querido foro Jose Luis. Espero te sientas a gusto compartiendo con nosotros, que estamos ya felices de que vengas a aportar esta belleza que tus versos traen y que auguro que será un placer compartir.
Un abrazo

[Marisa Peral]

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Y siempre se hizo tarde,
nunca amanecía con la prontitud
necesaria al caso: atrapar la luz
en las vastas redes de los ojos,
hacer haces de las primeras nubes
tintadas del nuevo día y llevarlas al pecho.
A toda hora el reloj corría desbocado
con los minutos jadeantes fuera de la esfera
(el tictac era la perfecta taquicardia).

Y siempre llegábamos tarde
a la vida. Alcanzábamos el andén
y ya el penacho de humo
de los calendarios se divisaba
en la lejanía de los tiempos perdidos.

Como un agua mágica de etérea
materia, así se evaporó la existencia
y nos dejó este desierto de lo cotidiano,
esta colección de sombras
que pagamos en cómodos plazos.

A sangre y fuego aprendimos
estas lecciones de tinieblas.
Ahora, nos miramos las manos
(comprobamos su oquedad),
consultamos dubitativos los espejos
( que sonrien burlones),
releemos cartas de los viejos amigos muertos
(apreciamos el papel amarillo y la tinta penumbrosa)
y nos damos cuenta de la inutilidad
de la nostalgia en plena rebelión
(fugaz como un reflejo, a qué engañarse)
en esta época de últimos atardeceres.


2016


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Hola José Luis, venía a darte la bienvenida porque te he visto llegar y no quiero dejar de hacerlo.
Espero que te guste Alaire y que disfrutes de tanto bueno que hay aquí.
Y he venido también a decirte que tu poema de presentación me ha gustado mucho, muchísimo.
Te seguiré, sin duda.
Saludos.

[Guillermo Cumar.]

Bienvenido, José luis.Aparte de desearte lo mejor en nuestra compañía me satisfizo mucho leer tu primer poema en este foro.
He visto que manejas con elegancia y primor poético la palabra y la sofisticación de la metáfora que aunque no sea necesaria
si conviene darle forma y lugar para que se alimente la lírica y el arte de escribir.

un abrazo

[Óscar Distéfano]

Bienvenido al foro. me ha gustado tu poema. Espero leer más de lo tuyo. Ojalá te sientas a gusto con nosotros. Hay materia en tu trabajo.

Un saludo cordial.
Óscar

[Marius Gabureanu]

Me ha encantado el poema. Bienvenido. Espero te sientas bien entre nosotros. Un abrazo.

[José Luis Sánchez]

Muchas gracias ,Ramón, por tu bienvenida.

Saludos,