Tigana
se descuelgan las calles el óleo una mirada
un pasillo in aeternis que dibuja cicatrices
cerrando quieta la tarde
como se pliega el bosque en el tránsito de tu huella
me abrazo y ya no somos tres
allá la duna allá el desierto que camina
cuando todo ello es lo mismo el tan tan de los trenes
mañanas que se hunden de sí mismas hasta preñarse y regurgita
un mar de Cantabria en las soledades de Castilla
pero la arena es el desierto y ya no somos tres
ni tu lengua
ni la niebla de aquel páramo húmedo Pedro
ni tu mano en mi falo de piel de almendro
un pasillo eterno pinta rosas
de tu mirada en la pared
la ardiente la e-s-a
nunca dejó un perro de estar
dibujado y avieso en la pared
elPerro