La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Guillermo Cuesta escribió:La falta de luz se acopla con la muerte y viceversa. Tu poema habla de la creación y la navaja y de lo efímero que es el recuerdo cuando se acerca el corte de la delgada luz.
Un placer leerte, amigo
Un abrazo
Guillemro
Gracias Guillermo por tu paso y generosos comentarios.
E. R. Aristy escribió:Vengo leyendote ya por largo tiempo Ferreiro, poesia de gran calidad. "la infinita delgadez de la luz" esta entre los poemas de tu autoria que mas me han conmovido. Abrazos, ERA.
Pues muchas gracias ERA. Celebro que este poema te llegase asía como rayo en la pupila.
Ramón Carballal escribió:Otro magnífico poema con tu inigualable estilo. Esa luz deja de morir cuando la magia de tus versos le da un soplo de eternidad. Mi felicitación y un abrazo.
Rafel Calle escribió:De lo mejor que te he leído últimamente, querido amigo Ferreiro.
Para empezar, la melodía tiene peso en la lectura, la cadena fónica se hace notar, sobresale sin estridencias, en fin, la estructura rítmica es óptima.
Por otra parte, el desarrollo metafórico me parece muy trabajado, hay ligazón en esa bien pertrechada tesitura simbo-lógica.
Así mismo, la obra está trufada de versos para el recuerdo, algo absolutamente crucial, aún más, si esos versos se enmarcan en la organización sensorial del mensaje.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema, es hermoso en toda su extensión.
Un fuerte abrazo.
Gracias, colega, qué quieres qué te diga... me enfango en el chocolate.
Juan Fionello escribió:Ferreiro, poetizas una de las escenas más impresionantes que el cine ha sido capaz de expresar, y lo haces con la contundencia de tu lenguaje poético. Francamente muy bueno.
Un abrazo.
Gracias Juan, por disfrutar en estas impresiones poéticas.
Pasan los años y pasan tantas cosas... Pero ahí sigue la hermosura acumulando méritos cual corresponde a las obras importantes. Te digo lo mismo que te dije hace 8 años. De lo mejor que te he leído últimamente, querido amigo Ferreiro.
Para empezar, la melodía tiene peso en la lectura, la cadena fónica se hace notar, sobresale sin estridencias, en fin, la estructura rítmica es óptima.
Por otra parte, el desarrollo metafórico me parece muy trabajado, hay ligazón en esa bien pertrechada tesitura simbo-lógica.
Así mismo, la obra está trufada de versos para el recuerdo, algo absolutamente crucial, aún más, si esos versos se enmarcan en la organización sensorial del mensaje.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema, es hermoso en toda su extensión.
Un fuerte abrazo.
Felicidades J.J.
Un poema de tensión, de visión esencial manifestada con destellos léxicos de gran efecto.
Provocas la comprensión de rasgos muy difíciles de la sustancia humana.
Todo un estímulo.
Es un poema importante, Ferreiro, está bien escrito y toma del surrealismo aquello que lo aleja de su manifiesto y nos acerca a la interpretación que siempre se le ha dado en nuestro idioma; sabes muy bien lo que dices. Buñuel me gusta, no porque pareciera loco sino porque, probablemente, lo estaba. Dalí quizás sea uno de los ejemplos más grandes de impostura, contra ella aún lucha su técnica prodigiosa.
Me ha gustado mucho el poema, es grande. Un abrazo.
***
Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.
cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba)