¡ Oh, verdes tiempos, añeja bota de vino,
sacro aroma remansando los lagares
donde todo era silencio,
claustro,
paz en camino,
solana ...
murmulleo de los chopos !
¿ Dónde los tiempos verdes?
¿Dónde el silbo ?
Dulce río que me aguardas,
dile al mirlo
que presto acuda al cerezo y su sombra me cobije,
hay un rayajo de hueco por si quieres,
amigo, amigo mío, en el quicio de mi roca.
¡¡ Amigo... amigo mío !!

(Tiene este tres de marzo el día tontón y así, como atristado en Alicante, pero el mar abre compuertas y cabe todo)