Mujer (A todas las queridas compañeras del foro en su día)

[Daniela Miño]

Fémina.

Cuántas mujeres deberíamos ser después de los bordados,
para poder llegar a nosotras mismas.

Mascota, diosa, hija y madre,
poeta y desvanecida,
abandonada, descubierta,
llorando y llorada.

Ser las mil caras posadas,
de lágrimas transparentes aún negras,
de lechugas finas y voces mutables al teléfono.

De sonrisas sostenidas largo rato,
de manos húmedas de vainilla o lavandina.

Laburantes,
aún cuando se duerme el mundo,
reflejo de vasos limpios y tetas aparecidas.

De los mil colores de cabello
de los metros de uñas y escobas olvidadas,
cuántas mujeres has fundido en una,
Atenea espejada en una minúscula heladera.

La sepia encaramada en una inhóspita guarida de ovarios,
ser perfectamente indefinible,
ser un mazo de argumentos insondables.

La absurda pulcritud de Eva meciéndose en las alas de una raíz,
el enigma insólito del alma de hierro
y sostén de la tristeza incurable.

Yo,
mujer,
me acaparo el “ellas” envidiable.

Aún lo somos,
mariposas impertinentes de costillas de alambre
debacle ceremoniosa de corolas y pistilos sangrantes.

A la vera de la fuerza inherente de género
todavía debemos sentirnos armoniosas,
y hacernos seductoras y maestras.

La herencia tajada de las piernas sedosas
y al parir las semillas custodiadas
todavía lo somos.

A falta de ángeles que deambulen el sarcasmo
devenimos en epístolas y cortes de amor.

Menudo esfuerzo rehacer el mundo a diario
en una simple y ruborizada amazona,
que despierta el universo sencillo,
en la minúscula tarea de replantear la utopía.

[Pilar Morte]

Magnífico, Daniela, con toda la fuerza del tiempo que nos ha ido haciendo
Abrazos
Pilar

[Hallie Hernández Alfaro]

Sencillamente maravilloso! Un regalo grandioso para el género, Daniela.

Gracias mil por este homenaje pleno de amor y talento.

Un beso regrande!!

Hallie

[Mario Martínez]

Hola Daniela.
"Todas en una", así lo has plasmado, amiga mía, me encanto tu homenaje a la mujer.
Abrazos.
Mario.

[Israel Liñán]

Daniela tengo un problema, ahora, después de leer tu poema quiero ser mujer, prepárate para una demanda de las gordas.

Un abrazo.

[Daniela Miño]

Magnífico, Daniela, con toda la fuerza del tiempo que nos ha ido haciendo
Abrazos
Pilar

Así es Pili, estamos del mismo lado.

Un beso enorme y gracias por pasar.

[Daniela Miño]

Sencillamente maravilloso! Un regalo grandioso para el género, Daniela.

Gracias mil por este homenaje pleno de amor y talento.

Un beso regrande!!

Hallie

Gracias Hallie, feliz día para vos!!
Un beso enorme.

[Daniela Miño]

Hola Daniela.
"Todas en una", así lo has plasmado, amiga mía, me encanto tu homenaje a la mujer.
Abrazos.
Mario.

Gracias por tu cálida visita, Mario.

Un beso enorme!!

[Daniela Miño]

Daniela tengo un problema, ahora, después de leer tu poema quiero ser mujer, prepárate para una demanda de las gordas.

Un abrazo.

Bueno Israel, si querés podemos ser amigas

Gracias por la visita. Espero que la demanda adelgace mañana, pasado el día.

Un beso enorme, es un gustazo tu presencia por aquí.

[María Garcia Romero]

Fémina.

Cuántas mujeres deberíamos ser después de los bordados,
para poder llegar a nosotras mismas.

Mascota, diosa, hija y madre,
poeta y desvanecida,
abandonada, descubierta,
llorando y llorada.

Ser las mil caras posadas,
de lágrimas transparentes aún negras,
de lechugas finas y voces mutables al teléfono.

De sonrisas sostenidas largo rato,
de manos húmedas de vainilla o lavandina.

Laburantes,
aún cuando se duerme el mundo,
reflejo de vasos limpios y tetas aparecidas.

De los mil colores de cabello
de los metros de uñas y escobas olvidadas,
cuántas mujeres has fundido en una,
Atenea espejada en una minúscula heladera.

La sepia encaramada en una inhóspita guarida de ovarios,
ser perfectamente indefinible,
ser un mazo de argumentos insondables.

La absurda pulcritud de Eva meciéndose en las alas de una raíz,
el enigma insólito del alma de hierro
y sostén de la tristeza incurable.

Yo,
mujer,
me acaparo el “ellas” envidiable.

Aún lo somos,
mariposas impertinentes de costillas de alambre
debacle ceremoniosa de corolas y pistilos sangrantes.

A la vera de la fuerza inherente de género
todavía debemos sentirnos armoniosas,
y hacernos seductoras y maestras.

La herencia tajada de las piernas sedosas
y al parir las semillas custodiadas
todavía lo somos.

A falta de ángeles que deambulen el sarcasmo
devenimos en epístolas y cortes de amor.

Menudo esfuerzo rehacer el mundo a diario
en una simple y ruborizada amazona,
que despierta el universo sencillo,
en la minúscula tarea de replantear la utopía.

Daniela, así es, tal y como tú, de forma exquisita y poética, dices en estos versos!!...Dios!...Y me congratulo de tu verbo y hago tu canto mío en la minúscula tarea que me espera mañana!!
Gracias y un abrazo emocionado!...
María.

[Daniela Miño]

Fémina.

Cuántas mujeres deberíamos ser después de los bordados,
para poder llegar a nosotras mismas.

Mascota, diosa, hija y madre,
poeta y desvanecida,
abandonada, descubierta,
llorando y llorada.

Ser las mil caras posadas,
de lágrimas transparentes aún negras,
de lechugas finas y voces mutables al teléfono.

De sonrisas sostenidas largo rato,
de manos húmedas de vainilla o lavandina.

Laburantes,
aún cuando se duerme el mundo,
reflejo de vasos limpios y tetas aparecidas.

De los mil colores de cabello
de los metros de uñas y escobas olvidadas,
cuántas mujeres has fundido en una,
Atenea espejada en una minúscula heladera.

La sepia encaramada en una inhóspita guarida de ovarios,
ser perfectamente indefinible,
ser un mazo de argumentos insondables.

La absurda pulcritud de Eva meciéndose en las alas de una raíz,
el enigma insólito del alma de hierro
y sostén de la tristeza incurable.

Yo,
mujer,
me acaparo el “ellas” envidiable.

Aún lo somos,
mariposas impertinentes de costillas de alambre
debacle ceremoniosa de corolas y pistilos sangrantes.

A la vera de la fuerza inherente de género
todavía debemos sentirnos armoniosas,
y hacernos seductoras y maestras.

La herencia tajada de las piernas sedosas
y al parir las semillas custodiadas
todavía lo somos.

A falta de ángeles que deambulen el sarcasmo
devenimos en epístolas y cortes de amor.

Menudo esfuerzo rehacer el mundo a diario
en una simple y ruborizada amazona,
que despierta el universo sencillo,
en la minúscula tarea de replantear la utopía.

Daniela, así es, tal y como tú, de forma exquisita y poética, dices en estos versos!!...Dios!...Y me congratulo de tu verbo y hago tu canto mío en la minúscula tarea que me espera mañana!!
Gracias y un abrazo emocionado!...
María.

Gracias María por acercarte a este humilde homenaje, me alegra que te haya gustado.

Un beso enorme.

[Hallie Hernández Alfaro]

Subo este poema para deleite de todos.

[Daniela Miño]

Subo este poema para deleite de todos.

Gracias Hallie por resucitar este "poema de ocasión".

Un beso enorme.