La Historia del Mar

Poemas en verso y/o en prosa de cualquier estructura y/o combinación.

Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle

Rafael Teicher
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Registrado: Lun, 11 Feb 2008 19:25

La Historia del Mar

Mensaje sin leer por Rafael Teicher »

La Historia del Mar



Alguien echa humo chocolatoso en la penumbra y me dan ganas de llenarme la cabeza de vapores como un chino, como un emperador chino en una sala china, estridentemente roja, y también oscura: bermellonamente oscura, si quieren

Esto me recuerda el mar, fatalmente me obliga a ese perro lenguado, polimórfico, que salta en los tobillos como una pulga, que escupe como un ciruja guiñando el ojo, que amasa su botín con potasios herrumbres con la sonrisa sardónica y careada en el pico, que se echa a la sombra de los arbustos como un batracio de oro

Recuerdo el mar



El recuerdo mismo, creo, es el que levanta los brazos y arroja unos discos o bobinas de pelambres obscenas y cinemáticas, que huelen a anchoas, a anchoas fritas, y un poco a cerveza

Me sigue. No sé si los sueños pueden encarnar, descender al entrevero provistos del velo del cuerpo, no sé si la memoria desborda bajo la manera de cosas, de sucedidos pastosos, como leches o humores mamarios, pero tengo claro que me sigue, me persigue como un chancho rabioso, como la muerte representada por una topadora, me toma de la camisa y bufa celoso, el mar

El mar

Seguramente viene como un policía a recoger las muelas que voy dejando hincadas en los cuellos, viene con la patena alquímica a juntarme los pasos, me olfatea entre las nalgas y me chupa hasta que llore

De modo que el mar y yo quedamos asociados ontológicamente por el asunto de la boca.
Yo, que me vengo cayendo por los dientes como la cola de un cometa, y él, que es una boca en sí propia; una boca tan abierta que se queda sin labios, o si los tiene, lucen dados vuelta como los de un leproso

Es que el mar es algo enfermo, un interno con un ataque de nervios que huye por los tejados nevosos de un hospicio

El mar estira en la barriga del mundo sus vendas chamuscadas de orina lunar, las cuelga de las veletas para que se oreen, y las enrosca en los fresnos o en los manzanos como si fuesen cintas de cálculo de computadora



Y el mar es también una tenaza, un mal consejo, una felación ejercida por un dragón sin alas

Qué ganas de fumar que me hace entrar el hedor de las cuerdas marinas; esos cabellos de medusa, maleados como dedos de muerto, tibios y muertos

Ahora pienso con acrimonia en un cuerpo enorme, puro, que estalla en aromas de cerdo crudo, pienso en un cuerpo invitatorio, demencialmente hermoso, óptico

El cuerpo de un cigarro, que es el mar

¿Quién fue el que dijo que un libro es una embajada del mar?

Lo cierto de toda esta perorata de argonauta en el exilio viene siendo que el mar es una criatura y que yo —o que uno— soy una nodriza negra que canta canciones de Chabuca Granda o corridos de la revolución, y que va descalza por la arena del mar

Ir descalzo…

Otra vez ir descalzo, dejar la ciencia pendiendo de una ramita de sauce, y caer

El mar verde, el mar que cabe en la cabezota del helado del niño

El mar que es una lágrima transportable en pequeñas piedras de fantasía

El mar que es la lengua que sale del bicho antiguo para hacer una carantoña

Siempre anda levantado como un perrito que quisiese bailar

Anda enredado en las aldabas con cierta timidez pueblerina, pero otras veces va dándose con los nudillos en las casas como un repartidor durante el chubasco, o como un asesino que extravió la gorra entre las flores

El viejo Noel no existe, es verdad, pero tampoco es cierto que los padres de uno hayan sido o sean los verdaderos san nicolases, ¡pamplinas!

El único, el genuino, el poco ponderado Santa Claus es el mar; él es el que usa escarpines cuando descuelga el tobillo por el respiradero, con la feminidad con que un rey hunde la punta de la uña en una fuente



El viento es el presagio del mar, la tierra es la ceniza de un mar que ha sido succionado, y el fuego es el bostezo del mar, o algún otro gesto perentorio, perpetrado en la medianoche por el agua

¿Qué cara tiene el mar?, me pregunto quitándome los zapatos

Ir descalzo…

Ir descalzo y fumando…

Ir descalzo y fumando... Y de noche

Los ataúdes han de ser canoas, casi podría jurarlo

Podría jurarlo y sostenerlo en el ágora, y no de manera apologética, sino mineral, volcánica, meramente trópica, por decir

Mi boca es el mar; esta boca mía con pocas muelas, reducida y ovoide; esta boca es el mar

Mis besos son bastante referidos, son besos ondulatorios, einsteinianos

Me han dicho que sé morder con el reflujo eólico que se repliega al despegarse los labios

Me han dicho que a diez centímetros del beso producido, sé dejar la impresión de una cierta persistencia de la maniobra besatoria misma

Han insistido en que con los ojos no refrendo el beso ejecutado con la boca, sino que con la boca miro, y que miro tan sutil y hondo, que el beso no puede morir, y queda suspenso entre la vida y la muerte cual el Valdemar de Poe

Seré estricto: "que mis besos saben posponer y/o prorrogar el total desbrozamiento de las hebras pilosas iluminantes en que consiste la fusión bucal propiamente dicha", así me han dicho

Y así como suena, prometo que no, que no sé hacer nada de eso

Pero quisiera prometerte otra cosa antes de partir de este puerto de palabras

A ti, o a vos, sí, a vos mismo, quiero prometerte algo, algunas cosas

Te prometo sucesos, rupturas, e imprevistos, y te prometo la unidad

Te concedo la boca, la boca de las pocas muelas, para que busques en ella los despojos de un mundo

Da lo mismo, total es prometido, y como da lo mismo y en trance de dádivas, te concedo el mar

Sí, toma, aquí lo tienes

Viene en una cajita de madera balsa, con cintas amarillas, con herrajes suizos, plateado y odorífero como una golosina inglesa

Y el mar es un pie de hombre

O como dicen otros: el mar es un árabe que viene caminando desnudo y dorado, con un cántaro de aceite cargado al hombro

Y yo les creo



Rafael Teicher
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Alonso de Molina
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Mensaje sin leer por Alonso de Molina »

tienes una forma peculiar de escribir,
muy agradable y con imágenes originales.

Así y todo creo que estos textos estarían mejor
ubicados en el foro de prosao poética.

En cualquier caso bienvenido y
cuélgalos donde lo creas más conveniente

recibe un abrazo fraternal

.
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©Alonso de Molina
Adicto a Lirycstorm
.
"siete mil veces he muerto
y estoy risueño como en el primer día"
J. Sabines
Rafael Teicher
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re: La Historia del Mar

Mensaje sin leer por Rafael Teicher »

Gracias amigo, te agradezco tu paso por el poema

Rafael
Eugenio Bautista
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Mensaje sin leer por Eugenio Bautista »

El mar siempre causa nostalgia y nos lleva por parajes que no conocemos... Jamás he conocido a alguien que no se haya quedado reflexivo ante su presencia y su voz.

Saludos
Bruno Laja
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Mensaje sin leer por Bruno Laja »

Esto es una maravilla. En principio me hizo pensar en Ponge, pero me di cuenta de que aquí el quicio de las cosas es expandido no para que las cosas hablen, sino para que sea visible una hermandad de las cosas cuya función universal sería hacernos hermanos a todos, elevar la palabra cosa por encima de su apelmazado aislamiento. Mirarnos más allá de un plural concreto, desde una visión que nos implica orgánicamente en una trascendencia que está aquí. Lo he disfrutado profundamente. Recibe un abrazo.
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Esteban Granado
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Re: La Historia del Mar

Mensaje sin leer por Esteban Granado »

El que esta grandiosa obra haya pasado, hasta ahora, casi desapercibida dice mucho del funcionamiento de la página. Recuerdo otros poemas de Rafael que sufrieron parecido destino. Poemas, como éste, en los que se hace perceptible una reinvención del lenguaje y sus funciones que no está al alcance de cualquiera, por expresarlo de alguna forma comprensible. La sucesión de imágenes fantásticas y en contacto con la genialidad es tan profusa, muestra tan insultantemente la superioridad de la mente que las crea y ofrece que parece lógico que pueda suponer una cierta amenaza para aquellos que instalados en la mediocridad ven (vemos) peligrar su posición de preeminencia... De lo que se come se cría; y para escribir así es preciso haber comido antes mucho y muy bien, en los mejores restaurantes literarios, los que no permiten la tertulia y sí la lectura atenta y en silencio; para escribir así es necesario haber tomado el te en los altos museos y haber contemplado sus obras detenidamente, sin prisa. Es necesario haber leído, haber visto, haber vivido. El hecho de que Rafael Teicher decidiera compartir sus obras con nosotros en este espacio debería haber sido un detonante, debería haberse cuidado al invitado, agasajado al invitado desde el primer momento reconociendo su categoría y el prestigio indudable que daba al sitio con su sola presencia y sus trabajos y sus comentarios. Pero no es fácil comentar un poema de Rafael como, por ejemplo, lo acaba de hacer Bruno. Hay que leerlo con atención. Hay que leerlo a pesar de su longitud horizontal, de sus coordenadas. Pocas veces como en este poema el mar ha sido objeto de tal disección por encima de su materia y de su significado. El mar como punto de partida del poema que es autónomo y solamente pone un pie sobre la primera ola. El mar en la memoria y en las páginas de los periódicos, en el cine y en la televisión. El mar surrealista y obsceno. El mar como espacio de creación poética: desde el mar y hacia el mar. El mar, paradójicamente, genialmente, sin agua que echarse a la boca. Este mar de Rafael Teicher que deberíamos haber adoptado todos en nuestras palabras, más o menos acertadas, más o menos felices. Estamos a tiempo de hacerlo.

Me he expresado de esta forma un tanto lastimera porque me apena que un poeta de la talla de Rafael haya abandonado el foro. Cada uno tiene sus prioridades pero, la nuestra debería haber sido conservar su palabra.
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Macedonio Tracel
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Mensaje sin leer por Macedonio Tracel »

agradezco a bruno este salvataje. sólo para saber .. en que página olvidada estaba este tesoro? a continuación... concuerdo en todo con esteban granado a quién también agradezco que instale un debate sobre este mar. ví que se dudó de considerarlo un poema. algo de eso hay, más que un poema me perece una cátedra, uno podría estar años en él como si fuera un libro definitivo. yo propongo a modo de reparación y recordatorio sostenerlo cada tanto entre todos. muchas veces, muchas veces la cultura cae y se lastima pero un gesto puede hacerla brillar nuevamente a pesar de la ausencia de su autor. mis absolutos respetos a rafael teicher.
"nada es posible, pese a todo, sin el poema,
sin el poema que rejunte una a una las migajas"
Alberto Szpunberg
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Josefa A. Sánchez
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Mensaje sin leer por Josefa A. Sánchez »

Otro de los grandes poemas del foro que no había leído. Siempre me ha gustado el mar como motivo poético, pero aquí va más allá de cualquier metáfora, hasta volverse poesía en si mismo. Quizá tiene razón Esteban. Yo al menos me considero demasiado mediocre para alcanzar estas alturas y mi torpeza no me da ni siquiera para comentar adecuadamente la mayoría de la obra que se publica en el foro. Lo más a lo que alcanzo es a decir cuando algo me gusta o me conmueve y en este caso suceden ambas cosas.
Creo que este poema, como otros del foro que corrieron igual o parecida suerte merecerían estudiarse como modelos de lo que es y como se escribe la Gran Poesía. Con mis respetos y...
Un abrazo
Pepa
Prefiero ser verbal
y no adjetiva.
Perfecta ¿para qué?
si no es amandote.
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