El ocaso del perro de caza
Publicado: Dom, 14 Feb 2010 9:20
Valentín Martín consigo mismo
y su abuelo caballista
de la muerte absurda
o Heinz Chez cualquier apátrida
con mucha hambre
y una vocación de garrote vil
o el mendigo que nunca vuelve
o el hijo de ningún dios
ni grande ni pequeño
o el niño pobre al que le robaron
la bicicleta que nunca tuvo
ciudadano luego de dudoso prestigio
y una obsesión desastrosa que golpea
¿a quién quieres más a padre o a madre?
No fue una buena idea enamorarse tantas veces.
Durante años
tuviste a tu cargo varios hijos
y algún camarero
bebiste agua caliente
y el ardor de algunas ingles
tan solitarias como tú
te jodieron muchas mujeres
y más de un secretario judicial
buen provecho.
Valentín Martín y las manos vacías de tiempo.
Lo mejor de tu vida es que ya termina
un día de estos Hacienda te dará de baja
y el tesorero fiel se frotará las manos .
Y no hay nada más que contar
al fin y al cabo
esto de morir no fue nunca asunto tuyo.
y su abuelo caballista
de la muerte absurda
o Heinz Chez cualquier apátrida
con mucha hambre
y una vocación de garrote vil
o el mendigo que nunca vuelve
o el hijo de ningún dios
ni grande ni pequeño
o el niño pobre al que le robaron
la bicicleta que nunca tuvo
ciudadano luego de dudoso prestigio
y una obsesión desastrosa que golpea
¿a quién quieres más a padre o a madre?
No fue una buena idea enamorarse tantas veces.
Durante años
tuviste a tu cargo varios hijos
y algún camarero
bebiste agua caliente
y el ardor de algunas ingles
tan solitarias como tú
te jodieron muchas mujeres
y más de un secretario judicial
buen provecho.
Valentín Martín y las manos vacías de tiempo.
Lo mejor de tu vida es que ya termina
un día de estos Hacienda te dará de baja
y el tesorero fiel se frotará las manos .
Y no hay nada más que contar
al fin y al cabo
esto de morir no fue nunca asunto tuyo.