Medio limón

[Daniela Miño]

Vas a aparecer en la cuenta vuelta,
quince días más para que se caiga el cielo.
El postre de la caléndula muerta,
planes sin mí, a toda hora.

Yo necesité del cordón de tus actos
de aminorar el llanto a las veces del olvido,
un espiral desnudo en tu sabia mentira
lejos, sin saberlo, cuando empezaste a enterrarme.

Y como ciega mansa me anudé a tu espera,
trastoqué los minutos ya paridos por la ausencia,
velé algunas noches por la señal de tu paso
y alunicé en tus ojos, una vez, cerca del fango.

Y vos, ensimismado en tu búsqueda
reuniste el batallón a cuadros
apisonaste mis tacos y devolviste las entradas
aún más graves que las mariposas etéreas.

Ahora sólo queda la mirada del destino,
cuatro laureles rojos en tus pies,
una mentira navideña de panadería
y los peregrinos, amanecidos y empapados.

Estrechá mi mano de una vez,
mirame por si acaso se te olvida mi demencia
sonreí a media cara
y volvé por donde viniste.

Yo también te inscribí en la poesía.

[Israel Liñán]

Mucha rabia en tus letras Daniela, y el título muy bien escogido.

Un placer leerte.

Un abrazo

[Hallie Hernández Alfaro]

Media vida que vuelve o agoniza o renace en la sinódica beldad de tu palabras!

Aplausos, Daniela!!!!

Un beso grande con muchas felicitaciones.

PD: aluciné con el título, magnífico!

Hallie

[Javier Dicenzo]

Me encanto ese final un abrazo
javier

[Martín Desormeaux]

Claro que toda declaración amorosa que se precie de tal tiene su cuota de acidez -que ahí se me cae encima el título-, tu muso etéreo siempre termina castigado, ¿eh? Me ha gustado mucho.

Abrazos.

Martín Desormeaux.-

[Aubriel Camila de la Prad]

Vas a aparecer en la cuenta vuelta,
quince días más para que se caiga el cielo.
El postre de la caléndula muerta,
planes sin mí, a toda hora.

Yo necesité del cordón de tus actos
de aminorar el llanto a las veces del olvido,
un espiral desnudo en tu sabia mentira
lejos, sin saberlo, cuando empezaste a enterrarme.

Y como ciega mansa me anudé a tu espera,
trastoqué los minutos ya paridos por la ausencia,
velé algunas noches por la señal de tu paso
y alunicé en tus ojos, una vez, cerca del fango.

Y vos, ensimismado en tu búsqueda
reuniste el batallón a cuadros
apisonaste mis tacos y devolviste las entradas
aún más graves que las mariposas etéreas.

Ahora sólo queda la mirada del destino,
cuatro laureles rojos en tus pies,
una mentira navideña de panadería
y los peregrinos, amanecidos y empapados.

Estrechá mi mano de una vez,
mirame por si acaso se te olvida mi demencia
sonreí a media cara
y volvé por donde viniste.

Yo también te escribí una poesía.

Wow! Alguna vez te quedaste tildada frente a la pc después de leer un poema, sumida en vos misma? Acaba de pasarme.
Te dije que me encanta tu estilo? jaja! Sí, te lo dije, te lo repito.

Besos.

[Daniela Miño]

Mucha rabia en tus letras Daniela, y el título muy bien escogido.

Un placer leerte.

Un abrazo

Gracias Israel, siempre es un gusto verte por acá.

Un beso enorme.

[Daniela Miño]

Media vida que vuelve o agoniza o renace en la sinódica beldad de tu palabras!

Aplausos, Daniela!!!!

Un beso grande con muchas felicitaciones.

PD: aluciné con el título, magnífico!

Hallie

Gracias Hallie, siempre es una alegría encontrar tu comentario.

Un besote!

[Daniela Miño]

Me encanto ese final un abrazo
javier

Un beso Javi, es un gusto tu visita.

[Daniela Miño]

Claro que toda declaración amorosa que se precie de tal tiene su cuota de acidez -que ahí se me cae encima el título-, tu muso etéreo siempre termina castigado, ¿eh? Me ha gustado mucho.

Abrazos.

Martín Desormeaux.-

Jajaja, pobre muso! Para que veas que tengo otro costado voy a poner en el foro tres poemas tan melosos que se te va a llenar el monitor de la compu de abejas.

Y después vemos cual muso vas a elegir.

Un beso Martín, un placer que pases.

[Daniela Miño]

Vas a aparecer en la cuenta vuelta,
quince días más para que se caiga el cielo.
El postre de la caléndula muerta,
planes sin mí, a toda hora.

Yo necesité del cordón de tus actos
de aminorar el llanto a las veces del olvido,
un espiral desnudo en tu sabia mentira
lejos, sin saberlo, cuando empezaste a enterrarme.

Y como ciega mansa me anudé a tu espera,
trastoqué los minutos ya paridos por la ausencia,
velé algunas noches por la señal de tu paso
y alunicé en tus ojos, una vez, cerca del fango.

Y vos, ensimismado en tu búsqueda
reuniste el batallón a cuadros
apisonaste mis tacos y devolviste las entradas
aún más graves que las mariposas etéreas.

Ahora sólo queda la mirada del destino,
cuatro laureles rojos en tus pies,
una mentira navideña de panadería
y los peregrinos, amanecidos y empapados.

Estrechá mi mano de una vez,
mirame por si acaso se te olvida mi demencia
sonreí a media cara
y volvé por donde viniste.

Yo también te escribí una poesía.

Wow! Alguna vez te quedaste tildada frente a la pc después de leer un poema, sumida en vos misma? Acaba de pasarme.
Te dije que me encanta tu estilo? jaja! Sí, te lo dije, te lo repito.

Besos.

Si, me quedé tildada varias veces, y eso es una muy buena señal.

Un gusto verte por acá, niña.

Te dejo un besote!

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.

[Macedonio Tracel]

estas cosas dando vuelta, con esa potencia y esa gracia, escritas a la cara sin otra oportunidad.

[Manuel Alonso]

Hola, es la primera vez que te leo, y me ha gustado mucho tu poema, pones mucha fuerza en los versos hermosos que escribes y el cierre es perfecto. Enhorabuena amiga, recibe un saludo muy afectuoso.

[Javier Dicenzo]

Vuelvo a leer tu obra, muy interesante, te espero en mi obra.
javier