LA MANO IZQUIERDA DE DIOS

[Antonio Soto]

Oh tú que eres la vanidad y el orgullo de Dios
tú que fuiste desterrado del seno mismo donde te desarrollaste
tú que eres la mitad oscura y perversa de la divinidad
tú que clamas por la potestad de la que fuiste despojado
y por la paternidad que te corresponde en el programa de la creación
No permanecerás por siempre bajo la diestra del que te engendró
Algún día caerá rendida a tus pies la falacia de tu rebeldía
y las cadenas de temor que te atan estallarán hechas añicos ante la luz de la verdad

Mayor será tu gloria
por que sin ti nada de lo que es
ha sido o será
tendría certificado de nacimiento en el universo

Mira las condiciones de esclavitud en las que nos encontramos
Ni el sacrificio expiatorio de la mitad luminosa y benévola de la divinidad ha sido suficiente para remediarlas
No son el amor y la bondad los briosos corceles que conducen el carro de la humanidad hacia el paraíso

En el fondo estás tú
siempre has estado tú
en las ocultas intenciones de la potestad divina
soportando el dolor y la ingratitud de cargar con la responsabilidad de realizar los propósitos de Dios
vilipendiado
denigrado
en el más absoluto silencio y en la más aberrante soledad

Oh tú a quien sólo pudo Dios confiar la más importante de sus tareas
Limpiar y lavar sus manos del horror
el dolor
la sangre
la maldad
y el sacrificio de miles de millones de seres humanos
para que sólo unos cuantos cientos de miles
puedan entrar por fin al descanso eterno
después de haber visto con sus propios ojos la tierra prometida

Mayor será tu gloria por los siglos de los siglos
cuando el velo de la inconsciencia sea desgarrado
y la verdad resplandezca en todos los confines del universo.

[Pilar Morte]

Hay mucho para reflexionar en tus versos, pero no hay duda que son profundos.
Un abrazo
Pilar

[Antonio Soto]

Hay mucho para reflexionar en tus versos, pero no hay duda que son profundos.
Un abrazo
Pilar

Veo, estimada Pilar Morte, un leve gesto de crítica en la paradoja que empleas en este comentario, y no puedo resistirme a la tentación de decirte que me agrada, aunque no haya elementos en su expresión que me permitan entresacar su sentido concreto de la estructura profunda en los términos de la gramática transformacional.

Quedo insatisfecho por ello ciertamente, pero agradecido por el tiempo que dedicaste a la lectura y al comentario.

Te abrazo con afecto.