el fuelle de las asmas rumiando en arameo al yunque y sus quejidos
el puente sin tablones
- ¡ el último es un tonto ! -
y todos, todos tontos
cayendo en cuentagotas al mar de girasoles.
De río la merienda y juncos los vestidos,
mazorcas por bigotes, mazorcas en axilas
– que somos ya mayores –
y el vello se despunta como tirabuzones ,
mazorcas sin melena
mazorcas a escondidas, asadas... hierbabuena...
Porque todo su nombre era infancia
sombra y cuentos,
balsas a la deriva..
Por tí, mi dulce cerezo ,
que de madurez me alcanzas
y pones tu maquillaje en los surcos de mi cara...
... que aún se sabe tu nombre.
(Afortunadamente, no se borra de mi mente la maravillosa infancia que he tenido, los siete locos hermanos colgando mazorcas de las axilas para ser mayores, subidos a párvulos cerezos, escalando pinos inmensos en ese maravilloso pueblo que nos hizo descubrir otra vida tan distinta a la de niños "bien" de capital ,("pijos" nos llamaban.),, y que tantas multas le costó a mi padre, burros, patos, heno, cementerios abiertos, montañas, ciempeses, caracoles y mil cosas más, a las que agradezco su ayuda para dar un subidón a mi fantasía)