HAMBRE
Publicado: Lun, 16 Nov 2009 1:20
Tu rostro se pierde en las multitudes
y tu aroma se disipa de mi camisa,
para crear un agujero en el pulmón
del aire.
Tu nombre es masticado por los anuncios
de neón, voraces como publicistas.
Los truenos en la calle
ocupan el espacio del eco de tu voz,
y por más que me concentro,
mi vista te es infiel,
cuando pasa el colectivo con un catálogo
de ropa íntima.
El vacío de vos me persigue al trabajo,
donde la mosca sobrevuela la taza del café.
Y el día es pesado como un peleador de sumo
encima de un enano de circo.
Sin embargo, no debe preocuparte
que la ciudad te destruya cada día
y te haga zancadillas en la azotea
callada.
Ya ves que cuando vuelvo a casa,
estoy más hambriento de vos,
codicioso de vos,
y por eso devoro con apetencia
el corazón de tu rostro
bajo la luz blanca,
tan blanca como la luz del paraíso.
y tu aroma se disipa de mi camisa,
para crear un agujero en el pulmón
del aire.
Tu nombre es masticado por los anuncios
de neón, voraces como publicistas.
Los truenos en la calle
ocupan el espacio del eco de tu voz,
y por más que me concentro,
mi vista te es infiel,
cuando pasa el colectivo con un catálogo
de ropa íntima.
El vacío de vos me persigue al trabajo,
donde la mosca sobrevuela la taza del café.
Y el día es pesado como un peleador de sumo
encima de un enano de circo.
Sin embargo, no debe preocuparte
que la ciudad te destruya cada día
y te haga zancadillas en la azotea
callada.
Ya ves que cuando vuelvo a casa,
estoy más hambriento de vos,
codicioso de vos,
y por eso devoro con apetencia
el corazón de tu rostro
bajo la luz blanca,
tan blanca como la luz del paraíso.