HAMBRE

[Allan Masís Valverde]

Tu rostro se pierde en las multitudes
y tu aroma se disipa de mi camisa,
para crear un agujero en el pulmón
del aire.
Tu nombre es masticado por los anuncios
de neón, voraces como publicistas.
Los truenos en la calle
ocupan el espacio del eco de tu voz,
y por más que me concentro,
mi vista te es infiel,
cuando pasa el colectivo con un catálogo
de ropa íntima.
El vacío de vos me persigue al trabajo,
donde la mosca sobrevuela la taza del café.
Y el día es pesado como un peleador de sumo
encima de un enano de circo.
Sin embargo, no debe preocuparte
que la ciudad te destruya cada día
y te haga zancadillas en la azotea
callada.
Ya ves que cuando vuelvo a casa,
estoy más hambriento de vos,
codicioso de vos,
y por eso devoro con apetencia
el corazón de tu rostro
bajo la luz blanca,
tan blanca como la luz del paraíso.

[Lillian Hernández]

Interesantes versos; los disfruté.

Saludos.

lh

[Ana Muela Sopeña]

Muy hermoso, Allan. El amor debería ser siempre así. Regresar hambriento de la pareja. Muy bonito.

Te felicito
Un abrazo
Ana

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un poema excepcional amigo Allan, donde los originales materiales de la cotidianidad urbana adquieren una dimensión metafórica que con gran poder de sugerencia nos evoca la angustia del deseo.

Un grato placer de lectura.

Un abrazo

[Allan Masís Valverde]

Un poema excepcional amigo Allan, donde los originales materiales de la cotidianidad urbana adquieren una dimensión metafórica que con gran poder de sugerencia nos evoca la angustia del deseo.

Un grato placer de lectura.

Un abrazo

Gracias a ambas por sus comentarios y a vos por el tuyo. Me complace que les gustara

[Nésthor Olalla]

Ha sido un gran disfrute la lectura de tus letras, compañero.

Un abrazo.