Todo fue porque yo no abrí el paraguas, de eso estoy segura
y lo estoy porque no llevaba.
Y me calaron tanto las risas, la bohemia de la aurora,
la rodilla flexionada al comienzo de la danza en mitad de la alameda,
el esguince en la palabra,
- cóctel de abecedarios suponiendo el horizonte –
que dejé tan empapada, tan húmeda esta boca mía
que me hice transparente, como el agua, como llaga, como nada.
Y me convertí en fantasma.
Mejor, así me paseo sin tropiezos, podré ceder las paredes,
ser hielo, jade y si me apuran, montar en una avioneta sin pasaje,
sin billete que me indique las horas de ida y vuelta.
(Y a pesar del tiempo que hace de este poe, debo seguir estando algo "missing", porque no consigo entender ni la cuarta parte de los desatinos que nos circundan, ni siquiera hoy, que es 10 de Noviembre castañero del año de gracia de 2009 y ronda Alicante el otoño)
http://www.labrujadelcerezo.blogspot.com