Editorial Alaire

Pilar Morte escribió:...Hallarse, al fin, en armonía con la luz

José Manuel Sáiz escribió:La primera estrofa es excelente. Nos introduces en un mundo de música y poesía que parecen estar hechos para encontrarse. Lleva tu sello de calidad este poema tan bien elaborado. Un honor ser el primero en comentarlo.
Un abrazo, amiga
J. manuel

Armilo Bretón escribió:Eso es Pilar!
música, poesía, québuena conjunción entre tus versos.

Por cierto que yo la noto bien. Los demás no puedo decirle.

san armilo b.

Rafel Calle escribió:Guardo silencio.
Es la voz ronca del atardecer,
cuando el pájaro esconde su eco,
y escucha melodías inconscientes.
Suena una sinfonía bailando el destino,
quejidos de la sangre indagando su cauce.

Queda el pentagrama vacío, desolado el encuentro,
el sonido que precisa, oculto tras la lluvia, y busco,
busco esa nota que dio color a mi alma,
aquella que armoniza miradas con el paso,
- la llama con el tronco, melodía con arpa -

¿Fue maternal el signo que canta el tiempo?
¿Bajo qué rostro esconde su virtud?

Sonar en esa nota, danzando hasta saberse,
los cabellos dorados del espejo, cuando abres los ojos.

Hallarse, al fin, en armonía con la luz.


Lo cierto, querida amiga Pilar, es que te has hecho una poeta que escribe como los ángeles.
Tienes un instinto rítmico colosal. Por ejemplo: Hallarse, al fin, en armonía con la luz. Qué verso, realmente bellísimo y con un ritmo que suscribiría cualquier poeta notable.

Hablemos un poco de los versos alejandrinos.
El alejandrino es un verso compuesto de dos isostiquios (partes iguales de un verso compuesto) de 7 sílabas cada uno de ellos.

Yo sostengo que lo único que diferencia al alejandrino de dos versos heptasílabos es la pausa que tenemos que respetar entre los dos isostiquios. Si, por ejemplo, hiciéramos caso a Rudolf Baehr cuando llama cesura intensa al descanso que se da en el interior de los versos compuestos y que él iguala a la pausa que hacemos al final de cada verso, no habría diferencias entre un verso alejandrino y dos versos heptasílabos, ninguna diferencia, luego, la existencia del verso alejandrino tendría poca base donde sustentar su uso, salvo la meramente visual.
En mi opinión, la pausa intermedia (o cesura intensa) tiene menos duración que la pausa final, porque de esta forma le damos una razón de ser muy concreta a la existencia del verso alejandrino.

Así, observaremos la duración de la pausa intermedia, o cesura intensa, con una detención asimilable a la que hacemos por una coma. En cambio, la duración de la pausa versal será la misma que la originada con un punto y aparte.

Algunos teóricos hablan de distintos tipos de cesuras en el interior del verso, sin embargo, yo no estoy de acuerdo. Sin ir más lejos, las cesuras masculina y femenina que expone Dorothy C. Clarke creo que son demasiado contradictorias, por no hablar de la cesura épica (Martín de Riquer), etc.

En consecuencia, en tanto nos reunamos en Palencia, donde haremos un taller de recitado, te sugiero que, cuando recites los versos, respetes las detenciones que te enseñaron en el colegio, cuando aprendiste a leer correctamente un texto cualquiera. Al tratarse de un poema en verso -no así en un poema en prosa donde el recitado es exactamente igual que en un texto cualquiera-, observaremos, además de los signos de puntuación y las pequeñas detenciones por un cambio de sentido (que nosotros llamaremos simplemente “cesuras”) las pausas intermedia y final, sin más.

No tenemos que olvidarnos que el alejandrino es igual a dos versos heptasílabos, salvo en la pausa intermedia que es menor que la pausa final, por lo tanto, un verso alejandrino tiene que acentuar obligatoriamente en la sexta y la decimotercera sílabas. IMAGÍNATE DOS VERSOS HEPTASÍLABOS, SI LOS PONES UNO AL LADO DEL OTRO ACENTUARÁN EN SEXTA Y DECIMOTERCERA SÍLABAS. Pues eso, funcionan como dos versos con sus finales agudos y esdrújulos en pos de acentuar en la penúltima sílaba. Por otro lado, no se puede hacer sinalefa entre los dos isostiquios del verso alejandrino.

En fin, hablando de tu poema, decirte que me ha gustado, hallo versos muy hermosos en un todo que me ha parecido logrado. En cada trabajo encuentro mejor desarrollada la simbología, muy bien, sigue así, querida colega.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Guardo silencio.
Es la voz ronca del atardecer,
cuando el pájaro esconde su eco,
y escucha melodías inconscientes.
Suena una sinfonía bailando el destino,
quejidos de la sangre indagando su cauce.

Queda el pentagrama vacío, desolado el encuentro,
el sonido preciso, oculto tras la lluvia, y busco,
busco la nota, el color de mi alma,
aquella que armoniza miradas con el paso,
- la llama con el tronco, melodía con arpa -

¿Fue maternal el signo que canta el tiempo?
¿Bajo qué rostro esconde su virtud?

Sonar en esa nota, danzando hasta saberse,
los cabellos dorados del espejo, cuando abres los ojos.

Hallarse, al fin, en armonía con la luz

Marcos de la Mancebía escribió:

Pilar Morte escribió:...Hallarse, al fin, en armonía con la luz

¿Cómo la nota?

Pues como un La sostenido que dé entrada a un miserere.

Me gustan tus notas.

Un beso.

Marcos