EL DÍA DE UNA MADRE

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

Moderador: Hallie Hernández Alfaro

claudieta cabanyal
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Registrado: Jue, 11 Dic 2008 16:30
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EL DÍA DE UNA MADRE

Mensaje sin leer por claudieta cabanyal »

Pepa salía del trabajo un sábado a las tres de la tarde, víspera del Día de la Madre.

Estaba muy cansada, exhausta, la mañana había sido muy estresante y además llevaba catorce días sin descansar por necesidades de su servicio en el hospital.

Por otra parte estaba tranquila, al menos hoy las niñas habían quedado al cuidado del padre, y no como en otras ocasiones en que las dejaba solas.

Mientras conducía pensó en parar en el supermercado a comprar algunas cosas que le hacían falta, sobre todo el pan y una caja de doce litros de leche. Aunque de repente se acordó que el ascensor de su casa estaba estropeado y decidió no cargar demasiado por si todavía no lo habían reparado.

Efectivamente, cuando llegó a su casa, el ascensor no funcionaba y tuvo que subir los seis pisos tan cargada como iba.; con los pies hinchados, que apenas le cabían en los zapatos y esa flojedad en las piernas de cuando no puedes más. Tan sólo deseaba encontrar la casa un poco recogida, las camas hechas, el lavavajillas cargado y los tres ya comidos echando una siesta en el salón. Había dejado los macarrones listos para gratinar y aunque hubieran salido a comprarle el regalo del Día de la Madre, les habría dado tiempo de todo, incluso de cambiar las sábanas de la mayor que a sus 13 años seguía mojando la cama.

Abrió la puerta de su casa ya casi sin aliento. Un olor pestilente a orines le sobresaltó. Cuando llegó al salón estaban los tres en pijama y despeinados, señal evidente de que no habían salido.

-¡Buenas! – dijo- ¿Cómo es que el ascensor sigue estropeado? ¿Es que no has llamado a ascensores Otis?
-Es sábado y hasta el lunes……..-dijo él-
-Pero si ascensores Otis tiene servicio de urgencias las veinticuatro horas del día, todos los días del año. Haz el favor de llamar, o los vecinos se te van a echar encima, que para eso eres el presidente de la comunidad.
¡Ya voy,,,,,,,,,,,,,joooooder!

Cuando Pepa llegó a la cocina, toda la encimera estaba llena de cacharros, la mesa con los restos de la comida y un bote de mayonesa destapado que empezaba a tener una película amarillenta. Dejó la compra y pensó: Voy a hacer como que no lo he visto.

Continuó por el pasillo hacia su habitación y pudo ver como en las tres habitaciones las camas estaban sin hacer y los orines de su hija seguían bajo un sol de justicia. También ahora pensó: Voy a hacer como que no lo he visto.

Se metió en el baño a ducharse, a alguien se le había olvidado vaciar la cisterna tras utilizar el inodoro. Pepa lo hizo y recogió algunos trastos que habían por encima del lavabo.

Sé duchó y se metió en la cama a descansar un rato. Conectó el aire acondicionado. Al poco tuvo frío y estiró de la sábana y la colcha, que por lo visto, habían permanecido toda la mañana por los suelos. Fue entonces cuando notó que algo frío y viscoso le recorría la espalda.
Se volvió de repente y con un enorme asco comprobó que el perro había vomitado sobre la colcha . Saltó de la cama y fue hacia el salón como alma que lleva el diablo.
Le gritó a su marido; estaba histérica, de su boca salían toda clase de acusaciones e insultos presa del asco y la rabia.

Él, casi sin inmutarse, le dijo a las niñas:¡ Vámonos a la cocina a ver la tele que con tu madre no se puede vivir.! Los tres salieron del salón.

Ella quedó allí, sola, mirando el enorme ventanal de puertas correderas, que ya estaba necesitando una limpieza, y las cortinas descorridas que habían adquirido un color ala de mosca muy evidente.

Abrió la ventana, sacó la cabeza, y respiró hondo. El sol le quemaba la piel y el tráfico le abrasó los oídos.

Adelantó su cabeza y su cuerpo más allá de la cintura, y se dejó caer con la suavidad de una pluma que vuela por el espacio.

Se estampó contra el suelo, y la furgoneta de los técnicos de ascensores Otis, le pasó por encima.
Liz Barrio
Mensajes: 1054
Registrado: Mar, 25 Nov 2008 7:12

re: EL DÍA DE UNA MADRE

Mensaje sin leer por Liz Barrio »

Hay des-conciertos en la vida que terminan por "afinarse a tal punto" que la última cuerda vibra y se oye tan nítida y clara como una respuesta única.
Muy buen relato; puntual, contundente.
Un beso y un fuerte abrazo,
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MarRevuelta
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Registrado: Mar, 30 Sep 2008 11:24
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Mensaje sin leer por MarRevuelta »

Un final sorprendente, me imagino que una se puede llegar a sentir totalmente extenuada ante tanta desidia e incomprensión. Supongo que es entonces cuando no se ve la salida y pueden suceder estos desastres. Muy interesante tu relato. Abrazos, María.
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