Proclamación de fe

[Valentin Martin]

Dios eres tú mirando este mardonde desembocan los caballos del agua que nunca dijeron sí,donde van a parar todos los caminos hechos de fuego y amory donde se redime la espesura como si fuese diáfana y hermosa y niña.Eres tú acercándote al límite y así te amaba,enhiesta sobre las abstracciones ancianas de la tierracomo una luz sencilla y vegetal que conocimos un díay prometimos mantener hasta el crepúsculo sin rendiciones.Eres tú bailando sobre la yerba y así te sueño,eres tú huyendo a veces inesperadamente y así me duelestodavía con un dolor antiguo y absurdamente dulce,eres tú frente a esta calle de despedidas donde nunca habitaste.

Te decía: ven que no hay mendigosde ceniza en nuestra esquina enamoraday están limpios como la ternura la tarde y estos labiosy los niños entonan canciones para citar a la esperanzay juegan a juegos donde nada se pierde ni se olvida.

Estoy oyendo aún tu declinación, tanto exterminioque no me cabe en las vasijas de mis manos candentes-la sangre cautiva que yo creía partidaria y no era más que una cierva huyendo del helero-.

Debió ocurrir con la obscenidad de las cigüeñascuando los apátridas miran a otros horizontes,al filo del viaje que deja a las catedrales huérfanasde algarabías, y llega la ausencia a los patios y alamedas.
Pongamos, entonces, que contamos hacia atrás y acudimos a la nadacuando no existían el trigo, ni la euforia de vivir y los recuerdos buscaban solamente una casa donde dormir sus minutos nucleares.
Se me ocurre que no es mía la derrota, que eres tú quien llevaba esculpidos los incendios de buena conducta,tan lejos de mi intimidad irremediable de hombre a secas.

Mira hacia arriba:recuerda, amor mío, cuando te dijeno atentarás jamás contra mi corazón honrado.Bienaventurado soy porque sobreviví al despojoy ya no tengo miedo al clamor de los cuchillos,ni a la melancolía de las sábanas desiertas de tu nombre,sílabas que amé hasta el infinito, letra a letra como se amaa los pasajeros fugaces que nunca más veremos,ni a los caminos sin luz con la ebriedad justa.

Y amo a los cobardes porque son de los míos.

Ahoralas nubes te leerán mis días de sicarioy luego te dirán que yo también he muertoen paz con la sangre que aún me habita.
Esta tarde te veo morena y sola mientras pasa la vida y veo a Dios.Y mi corazón agnóstico ya no te ama.

[Javier Bustamante]

Canto desesperado entre esa cruenta batalla entre el dogmatismo y la fe. Enriquecido en un exqusito trabajo cuyo unico desmerecimiento son los codigos de HTML que se colaron por ahi.

Me ha gustado mucho tu poetica, Valentin. Un slaudo afectuoso

Javier

[Pilar Morte]

Identificas momentos de mi vida , y lo haces con tanta hermosura que sucumbo al recuerdo. Me encantó leer este poema
Abrazos
Pilar

[carmen iglesia]

En tus letras encuentro siempre emoción y ternura.... Hasta cuando comentas se te nota la grandeza... De lo más hermosamente sabio que he leído ultimamente, todo un placer.

Un beso,

Carmen

[Lunamar Solano]

Mucha fuerza en tus letras Valentín... emoción, melancolía, pero sobre todo fortaleza y sabiduria del que se reconoce débil...

Ha sido muy grato leerte...

Un abrazo!

[Valentin Martin]

Perdón a los que habeis leído el poema editado con esos signos raros y un interlineado absurdo, tiene que haber sido tarea ardua. Ahora parece que está correcta la edición.

[Marcos de la Mancebía]

En ocasiones los dioses no son más que ídolos de barro.

Un abrazo.

Marcos

[Hallie Hernández Alfaro]

Ufff un poema tremendo y hermosísimo, aplausos y una lluvia torrencial de felicitaciones!!!!!

Hallie


PD:he de volver a deleitarme en su caudal de poesía grande.

[Valentin Martin]

Javier, a veces en un mundo tan chico Dios es una mujer. O casi.
Gracias por tu compañía.

Un abrazo.

[José Manuel F. Febles]

Mi querido amigo, tu poesía tiene momentos grandiosos. Hablar con Dios y ver reflejadas las miserias del mundo y hasta las propias, es algo más que dialogar con Él. Hay momentos, pasajes en el poema que resultan reproches, pero ahí está la hondura, la simplicidad de tus sentimientos, cuando te pones frente a Él, con la dignidad del hombre, con la dignidad del hijo. Cuando el día o el momento se ajusta a esas sensaciones, como en esta caso, es entonces cuando el estado del alma se acentúa, porque pensamos, sentimos, vivimos esas expresiones. La esperanza y los deseos, son los que tenemos, pero se siente más y se siente , a veces de forma absurda, en el corazón. Un gran poema, una impecable estructura. Mis felicitaciones.

Un abrazo grande.

José Manuel F. Febles

[Marian Ramentol Serratosa]

Me quito el sombrero, tomo aliento y me callo, porque el silencio, en estos casos, es el mejor de los tributos...

un abrazo
Marian

[Valentin Martin]

Pilar Morte: no sabes lo que me alegra tu complicidad con el poema, es su mayor conquista. Disfruta esos recuerdos, son los que nunca nos fallan.
Gracias por tu compañía.
Abrazos para ti.

[Valentin Martin]

Carmen Iglesia: el placer es saberte al otro lado del poema. Gracias. En tu caso la poesía siempre es de ida y vuelta.

Un beso.

[Mario Martínez]

Hola Valentín.
Escenificas momentos observados desde la distancia, con una gran nitidez, amigo mío. Me gustó el poema. Un abrazo.
Mario.

[Valentin Martin]

Gracias , Lunamar, por aportar esos matices al poema.

Un abrazo.