
“Nada existe sin fin. Luego mi existencia tiene un fin.¿Cuál? Lo ignoro. Por tanto no soy yo quien lo ha determinado.
Es alguien, más sabio que yo.
Y por eso hay que rezarle a ese alguien, para que me ilumine. Es la posición más sensata”.
Charles Baudelaire.
El final
No duele perder lo que no se ha tenido.
Eres mío. Muy cierto, pues lo dicta un papel.
Un papel que ha sido un mudo testigo,
un papel que pisaste como hoja al caer.
Sin valor la promesa de dos manos unidas,
quedan hoy casi mustias, olvidadas por ti.
Una blanca azucena remojada en la lluvia
tristemente olvidada llega hoy a su fin.
Si juraste algún día ser conmigo esperanza,
abrazando muy juntos la salud y el dolor,
queda ya en el olvido…son tan sólo palabras.
Bien es cierto que dicen que de todo principio
llega tarde o temprano lo que llaman el fin.
Yo podré olvidar y romper los recuerdos,
pero, dime, “Amor mío”, ¿qué le digo a Dios?
Si jurando contigo a los pies del altar
escuchó que por siempre tú me habrías de Amar.
Samantha
Yucatán México-1996-