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[Martín Desormeaux]

en revisión...trabajando para ud...

[Pilar Morte]

Qué bien describes la tristeza del adios, el nombre en la garganta, su recuerdo. Un placer seguir tus versos
Un abrazo
Pilar

[Ramón Carballal]

Estoy de acuerdo con Pilar, es una forma muy hermosa de describir la tristeza del adiós. Excelente poema, Martín, pero eso ya no es novedad. Un abrazo.

[carmen iglesia]

En tus poemas no hay versos que destacar... son un todo... Narras y poetizas a la vez... Y en esta ocasión me has emocionado...

Hermosísimo.

Un beso,

Carmen

[Martín Desormeaux]

Es un gusto tener tu visita, Pilar, gracias por tus palabras.

Un abrazo.

Martín Desormeaux.-

[Hallie Hernández Alfaro]

"Y esperabas que los aviones te escribieran el libro
más silencioso del cielo."

Qué bellos y acertados estos versos, Martín.

Alejandra sonrie porque ya todo es flor de luz.

Aplausos y felicitaciones enormes.

Hallie

[Martín Desormeaux]

Gracias, Ramón, en realidad es un gusto y un honor tener tu lectura acá.

Un abrazo.

Martín Desormeaux.-

[Martín Desormeaux]

Gracias por tus palabras, Carmen, me gustó eso de poetizar y narrar a la vez. Siempre un gusto tu visita.

Un abrazo.

Martín Desormeaux.-

[Martín Desormeaux]

Alejandra es un cielo y sus límites por sí sola, ¿cierto, Hallie? Un gusto tener tu agradable visita, gracias.

Abrazos.

Martín Desormeaux.-

[Aubriel Camila de la Prad]

"Alejandra es un cielo y sus límites por sí sola". Cierto. Y tu poema alcanza ese cielo, se adentra en él, lo vuelve versos.
Un poema bellísimo, Martín.

Besos.

[Alondra Santoni]

a tu niña invierno, tu niña maíz, un vuelo que duele...aunque se este siempre

Hermoso poema


un besito, Martín

[Martín Desormeaux]

Gracias, Aubriel, por venir a estos versos para la increíble Alejandra.

Te dejo saludos y abrazos.

Martín Desormeaux.-

[Jose Segundo Cefal]

a A.P


"Y corres desolada
como el único pájaro en el viento"

Alejandra Pizarnik



Cerré los ojos para tu vuelo.
Cordones de palabras ardían tras la noche
y en el aire se encumbraban palomas
siguiendo la sombra de la lluvia,
una pequeña postal que me haría recordar
por siempre
el aterrizaje en el vacío
del dolor,
simple y llano,
de las partidas.

El nudo en la garganta era tu nombre
una luz haciéndose paso entre los pájaros,
mi niña despertar de invierno atrapado sobre el colchón.
Y no era yo quien traspasaba las alas que tejió el viento
en tu espalda desolada que sostiene patrias mudas
que invita a la tristeza guardada en los espejos.

Y esperabas que los aviones te escribieran el libro
más silencioso del cielo. Hablabas para no decir.
Como inventando el lenguaje aéreo del abandono
la voz quebrada contra las piedras,
mi niña maíz en tierra de hombres.
Retornas sin cesar a cada signo que dejaste
en las puertas, al verbo inacabado
que sigue hablándome desde los árboles caídos.

No he entendido nada de nada, es decir no sé a que te refieres cuando hablas de pájaros y de lenguaje aereo.
No sé si es tan buena para leerla otra vez.
Otro día leeré otra tuya a ver si la entiendo.
Besos Martin.
José.

[Carmen Alegre]

Un gustazo leer este impresionante poema Martín. Todo sensibilidad.

Un abrazo.

[Martín Desormeaux]

A mi niña todo, sí, Alondra, sí. Y no aterriza el vuelo.

Besos.

Martín Desormeaux.-