El paseante

[Ramón Carballal]

No era la mano de Caspar Hauser en su cielo dorado.

Sí el reventar del hacha,
la maldición nacarada del cisne.

El tránsito acude a su hueco
y veo dormidas formas:
el esqueleto, los tubos,
los pigmentos sin edad de la niebla.

Sobre los tejados no amanecen relojes,
aunque títeres y saltimbanquis cubran la plaza
con su reír de noria.

Esta ciudad tuvo mercados, barro, puente y doctrinas,
también el eco de los sombreros que hablan
y la memoria inconexa del mundo futuro.

Yo sólo empiezo y nunca termino,
puedo escribir el mapa
o tal vez alumbre la manzana del rincón,
la casa sin duendes,
el hospital de las estatuas.

Ahora mira el estanque,
tus pasos me devuelven la luz,
sin navío, sin gárgola.

[carmen iglesia]

A veces de mucho decir que algo nos gusta puede acabar sonando a hueco... y qué rabia da eso... así que tú haz como si te lo dijera por primera vez (jajaja), porfi: el poema es maravilloso... Pasear por él es un lujo... Es como una de esas fotografías que no se pueden dejar de mirar... Además, para mi gusto, tiene la medida justa... y, por supuesto, esa magia de siempre...

Un placer,

Carmen


P.D. Me das permiso para que lo lleve a mi blog?

[Emilio Aparicio]

No era la mano de Caspar Hauser en su cielo dorado.

Sí el reventar del hacha,
la maldición nacarada del cisne.

El tránsito acude a su hueco
y veo dormidas formas:
el esqueleto, los tubos,
los pigmentos sin edad de la niebla.

Sobre los tejados no amanecen relojes,
aunque títeres y saltimbanquis cubran la plaza
con su reír de noria.

Esta ciudad tuvo mercados, barro, puente y doctrinas,
también el eco de los sombreros que hablan
y la memoria inconexa del mundo futuro.

Yo sólo empiezo y nunca termino,
puedo escribir el mapa
o tal vez alumbre la manzana del rincón,
la casa sin duendes,
el hospital de las estatuas.

Ahora mira el estanque,
tus pasos me devuelven la luz,
sin navío, sin gárgola.

Caspar se erige como el buen salvaje, en el símbolo del hombre puro, inocente y espiritual, en continua disensión con la realidad que le envuelve... Estas son, someramente, las caracteristicas del personaje al que haces alusi´´on al principio, y que bien podr´´ian definir este maravilloso texto que nos regalas. Luego est´´a lo de siempre: ese imaginismo asentado en una realidad llena de matices que la trascienden, originalidad lexica y sem´´antica no forzada...Tus poemas son diversi´´on asegurada para el que guste no solo de la pose´´ia en particular, sino d la lectura en general. Hay algo de aventura en tu poes´´ia, un algo ins´´olito que acelera el pulso de quien te lee. Muy bien, muy bien Ram´´on. Un abrazo y no pares

[Óscar Bartolomé Poy]

Ramón Carballal,
Hay muchas referencias cultas en tu poema. Por un lado tenemos a Kaspar Hauser, de quien se llegó a decir que era hijo de Napoleón, y de otro lado, esa maldición del cisne, que me sugiere la balada 'The Bonny Swans' o tal vez a Odette en 'El lago de los cisnes'. Tengo la impresión de que siempre escribes sobre ciudades medievales.

Saludos, Ramón.

[Alonso de Molina]

me ha gustado mucho esta imagen de ciudad antigua, idealizada:

"Esta ciudad tuvo mercados, barro, puente y doctrinas,
también el eco de los sombreros que hablan
y la memoria inconexa del mundo futuro"

te leo con agrado Ramón

.

[Liz Barrio]

Te leo siempre con admiración y deleite.
Saludos poeta, y un beso,

[Pilar Morte]

Me gustó el paseo recordando otros tiempos. Un placer
Un abrazo
Pilar

[Blanca Sandino]

Esta ciudad tuvo mercados, barro, puente y doctrinas,
también el eco de los sombreros que hablan
y la memoria inconexa del mundo futuro.

Una forma muy poética de describir una ciudad que ya, seguramente, no es.


Felicidades, Ramón. Está en forma, guajín : )

Blanca

[Ramón Carballal]

A veces de mucho decir que algo nos gusta puede acabar sonando a hueco... y qué rabia da eso... así que tú haz como si te lo dijera por primera vez (jajaja), porfi: el poema es maravilloso... Pasear por él es un lujo... Es como una de esas fotografías que no se pueden dejar de mirar... Además, para mi gusto, tiene la medida justa... y, por supuesto, esa magia de siempre...

Un placer,

Carmen


P.D. Me das permiso para que lo lleve a mi blog?

Claro, Carmen, como no te voy a dar permiso para que lo publiques en tu blog, estaré encantado de que lo hagas. Por cierto que tengo que pasarme por alli sin falta. Ya sé que eres sincera en tus comentarios, no tienes ni que mencionarlo(y si ves algo mal también puedes decirlo). Un beso de los grandes.

[Ramón Carballal]

No era la mano de Caspar Hauser en su cielo dorado.

Sí el reventar del hacha,
la maldición nacarada del cisne.

El tránsito acude a su hueco
y veo dormidas formas:
el esqueleto, los tubos,
los pigmentos sin edad de la niebla.

Sobre los tejados no amanecen relojes,
aunque títeres y saltimbanquis cubran la plaza
con su reír de noria.

Esta ciudad tuvo mercados, barro, puente y doctrinas,
también el eco de los sombreros que hablan
y la memoria inconexa del mundo futuro.

Yo sólo empiezo y nunca termino,
puedo escribir el mapa
o tal vez alumbre la manzana del rincón,
la casa sin duendes,
el hospital de las estatuas.

Ahora mira el estanque,
tus pasos me devuelven la luz,
sin navío, sin gárgola.

Caspar se erige como el buen salvaje, en el símbolo del hombre puro, inocente y espiritual, en continua disensión con la realidad que le envuelve... Estas son, someramente, las caracteristicas del personaje al que haces alusi´´on al principio, y que bien podr´´ian definir este maravilloso texto que nos regalas. Luego est´´a lo de siempre: ese imaginismo asentado en una realidad llena de matices que la trascienden, originalidad lexica y sem´´antica no forzada...Tus poemas son diversi´´on asegurada para el que guste no solo de la pose´´ia en particular, sino d la lectura en general. Hay algo de aventura en tu poes´´ia, un algo ins´´olito que acelera el pulso de quien te lee. Muy bien, muy bien Ram´´on. Un abrazo y no pares

Fue el personaje de Caspar Hauser el que me inspiró el poema, porque yo cuando paseo por mi ciudad me siento como él, afortunadamente no he perdido la capacidad de asombro ni la inocencia y parece que fuera todo nuevo o por lo menos diferente a como fue ayer. Creo que si conservaramos esa pureza que suele abandonarnos cuando dejamos la infancia nos iría mucho mejor. Gracias, Emilio, por tu visita y comentario. Te mando un abrazo.

[Nésthor Olalla]

RAMÓN...

Se echaba de menos pasear por tus letras, amigo Ramón.

Andamos un poco huérfanos y perdidos sin el antiguo lugar de encuentro (desconozco que pasó).

En cualquier caso un gusto volver a leerte y saludarte.

Un abrazo

[Carmen Alegre]

Superior Ramón.
Corro a tus letras si te veo, es un gustazo leerte.

[Tristany Joan Gaspar]

Tú poema es genial y supongo que para ti hay muchas interpretaciones que no dejas ver en tus versos.
Tu forma de escribir es cautivadora.
Un abrazo
Joan

[Ramón Carballal]

Ramón Carballal,
Hay muchas referencias cultas en tu poema. Por un lado tenemos a Kaspar Hauser, de quien se llegó a decir que era hijo de Napoleón, y de otro lado, esa maldición del cisne, que me sugiere la balada 'The Bonny Swans' o tal vez a Odette en 'El lago de los cisnes'. Tengo la impresión de que siempre escribes sobre ciudades medievales.

Saludos, Ramón.

No es que escriba exactamente sobre ciudades medievales, Óscar, simplemente me gustan los cascos antiguos por la magia y la historia que encierran y suelo inspirarme en ellos. De mi ciudad, por ejemplo, la parte más bonita es la zona antigua que aquí llamamos la Ciudad Vieja. Gracias, amigo, por comentar. Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

me ha gustado mucho esta imagen de ciudad antigua, idealizada:

"Esta ciudad tuvo mercados, barro, puente y doctrinas,
también el eco de los sombreros que hablan
y la memoria inconexa del mundo futuro"

te leo con agrado Ramón

.

Gracias por la lectura y el comentario, Alonso. Un abrazo.