EL NIÑO DE MAMÁ

[Ge. García]

Fuimos a casa del niño de mamá
para comprar un poco
de heroína. Ahí estaba la madre
gorda y sentada en una silla
hecha polvo mirando la televisión en
un salón oscuro y pestilente
con dos perros pequeños dando ladridos y saltando
y babeando y toda la cocaína y la heroína
que había comprado su hijo
acumulada en bolsas de supermercado por
encima de la mesa.
La vieja fumaba tabaco todo el rato
y mientras el hijo nos preparaba un par de dosis de caballo
con habilidad de yonki, con manos de yonki,
con la mirada de yonki sobre los dientes de yonki
nos aconsejó que evitáramos meternos
la heroína por la nariz
porque era mejor fumarla, ella había visto a mucha
gente con la nariz destrozada por
esnifar heroína
era mejor ponerla sobre plata y fumarla
mucho mejor.
El hijo asintió, afirmó el comentario,
es mucho mejor
dónde va a parar. Mucho mejor fumarla incluso
que inyectarla por vía intravenosa
si viérais en el talego
la de gente jodida por las chutas malas
la de gente jodida por la tontería de esnifar caballo
mucho mejor fumarla, dónde va a parar.
Y la madre asintió.
El niño de mamá había estado en la cárcel
por cargarse a su novia a
cuchilladas. Y yo me imagino a la madre tan sola
en la casa, sola con los ladridos y las babas y los saltos
de unos perros muy simpáticos
pero muy incapaces de desarrollar unas teorías
comunes de la administración de la heroína;
incapaces de hacer bolsitas a ojo de
diez euros de cocaína
incapaces incluso de fumarse una jodida plata
y de inundar de olor a establo
el salón. El olor del amor que les unía. El olor
a establo.
Le pedí un poco de papel de plata al niño
de mamá
y me lo dio, bien dobladito,
y nos fuimos de ahí y las miradas de la madre y el hijo
nos siguieron hasta la puerta
orgullosas de saber
que tenían mucho que enseñarle al mundo.

[Esteban Granado]

Magnífica tu mirada al mundo del lumpen.

Todo apagado menos la televisión.

Un saludo,

Esteban

[Mario Martínez]

Hola Ge. García.

Poema duro, pero certero.
Consejos del diablo los de la madre, realmente.
Se lee con fluidez y el mensaje llega.
Un abrazo.
Mario.