Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
El ministerio de turismo de Marruecos (si lo hay), debería premiarte, Carmen. Has pintado, con tus palabras, una ciudad tan bella, tan apetecible, que dan ganas de visitarla.Aquí las manos pintan el mar en las paredes
no hay ciudad más azul,
ni avenidas más quietas.
Aquí la edad renuncia a su sonido
para que los relojes se confundan
Vicente Fernández-Cortés escribió:Aquí la edad renuncia a su sonido
para que los relojes se confundan
y vuelva a ser la vida un lugar sin cerrojos,
un surco detenido en la mirada.
Evocadora pincelada de la medina marroquí que me ha encantado percibir desde tu sensible y extraordinaria mirada poética.
Mi abrazo
Óscar Distéfano escribió:Un poema hermoso, Carmen, con el sello de tu personal y dulce verbo. La melancolía se hace belleza, gracias a tu honda sensibilidad. Es un deleite siempre leerte.
Un saludo con mucho cariño.
Óscar
y a m i que la pintaron de otro color (verde)a esa ciudadcarmen iglesia escribió:Al norte de mi sur la vida tiembla
con el párpado abierto por el hambre.
Hay tanto para ver,
tanto horizonte viejo en tus esquinas.
Es el mundo un espejo de esta ruta,
el resumen de un mapa que se cierra
delante de una puerta aún quebrada.
Aquí las manos pintan el mar en las paredes
no hay ciudad más azul,
ni avenidas más quietas.
Aquí la edad renuncia a su sonido
para que los relojes se confundan
y vuelva a ser la vida un lugar sin cerrojos,
un surco detenido en la mirada.
carmen iglesia escribió:Al norte de mi sur la vida tiembla
con el párpado abierto por el hambre.
Hay tanto para ver,
tanto horizonte viejo en tus esquinas.
Es el mundo un espejo de esta ruta,
el resumen de un mapa que se cierra
delante de una puerta aún quebrada.
Aquí las manos pintan el mar en las paredes
no hay ciudad más azul,
ni avenidas más quietas.
Aquí la edad renuncia a su sonido
para que los relojes se confundan
y vuelva a ser la vida un lugar sin cerrojos,
un surco detenido en la mirada.
Blanca Sandino escribió:Aquí las manos pintan el mar en las paredes
no hay ciudad más azul,
ni avenidas más quietas.
Aquí la edad renuncia a su sonido
para que los relojes se confundan
El ministerio de turismo de Marruecos (si lo hay), debería premiarte, Carmen. Has pintado, con tus palabras, una ciudad tan bella, tan apetecible, que dan ganas de visitarla.
Eso por un lado, por otro, tiene un ritmo magnífico.
Por otro, esos versos que destaco, son preciosos. Genial "el mar en las paredes" y lo que continúa. Respecto a "Aquí la edad renuncia a su sonido", habla de esa sensación de detenerse el mundo o de eternidad que, en ocasiones, se percibe en determinados lugares.
Aplausos. Muchos.
Blanca
gracias carmen...me hiciste sentir bien con el comentario...la cosa es mutua...mi cara sonrojada te dispara besos...carmen iglesia escribió:Me adelanto a todos... porque no sé por qué (esas cosas raras de la intuición), tú me caes genial, Jaume... y esa ciudad estaría hecha para tí, lo juro...
Disfrútala...
Un beso,
Carmen