Hace un año mi padre ha fallecido,transcurre el tiempo raudo, adolorido.
Parece todavía que camina,
sus pasos los escucho en mi rutina,
en mis noches de insomnio, de recuerdos
que suceden ociosos, siempre lerdos…
El olor a café, panes tostados,
el queso derretido, eran bocados
de tantos desayunos y de lonches
en donde departir el entremés
fue para la familia lo habitual
donde comunicarse por igual.
Yo he heredado tan útil cafetera,
para mi, no es objeto, es compañera
en ella los recuerdos los contemplo,
logrando que presente con su ejemplo
mi padre permanezca entre los míos,
sus consejos perduren como ríos.
22.03.09