me está matando a mi la incertidumbre
y muero al pensar si te estaré perdiendo
ahora que eres para mi una costumbre.
Me está llevando el dolor a la demencia,
pues no se si perdonarás mi gran pecado,
pagando estoy ya la terrible penitencia
de amarte con el alma…pero estar casado.
El terrible pecado pagar de haber nacido
en otros tiempos y en lugares diferentes,
el pecado de hasta hoy haberte conocido
y deberme a otra patria, a otras gentes.
Me está matando el dolor y es debido
a que hoy bebo la amargura de la hiel,
la fortuna de amarte y ser correspondido,
la desgracia de tener mi firma en un papel.
El dolor de no saber si mi princesa viene
a verme, montando su blanquísimo corcel,
la duda de si es el cariño que ella me tiene
mas débil que la tinta que puse en un papel
Pero a ella no podía, no quise yo mentirle,
no quise, no podía conseguirla con engaños,
amándola así, le dije la verdad por no herirle
y caballeros, para esto hay que tener redaños.
Nadie entender puede lo que estoy pasando,
y los que me lean dirán ¡que hermoso tema!
ignoran que el corazón se esta despedazando
y que lo que escribo, es mas que un poema.