Cómo puede darse lo que no se tiene,
ser sabia fuente cuando se está seco de razón,
mostrarse como espejo de verdad
sin ser siquiera espejo.
Aunque decir "yo" me encienda las mejillas,
quiero compartir el clima de las manos,
el brillo heredado del sol del equilibrio
y la esfera armilar de los deseos
con los nácares dormidos de otras sienes
para ser a la vez eco y tránsito,
lúcido campo de vides y trigales
donde buscar salida a las tinieblas.
Yo,
sereno junco que se yergue y se desfleca
sin el freno que imprime la derrota,
persigo desvelar los hangares ocultos de las letras
con la magia enmascarada del instinto.
Y todo ello,
como aurora boreal nacida del costado de mis sueños,
como un latido de rosas que busca nuevos horizontes
en la conciencia virginal del alma abierta a la palabra.
*Andros
