TROCHO

[José Manuel Sáiz]

Este poema ha sido modificado

[Julio Gonzalez Alonso]

TROCHO


Hace años que no visito
este barrio humilde de mi juventud.
Muchos años.

Y hoy vengo en busca de un amigo.

Un viejo amigo que no sabe de edades,
naturalezas ni de alejamientos.

El tiempo pasa con distinta lentitud
para el hombre y para la tierra. Y eso
es injusto.
Por eso temo, que estando frente a él,
no recuerde ya quién soy.

Cuando me fui de este barrio y de este parque
yo era un muchacho alegre que galopaba las tardes
jugando con mis amigos. Y allí estaba él
vigilando siempre nuestros juegos.
Le contábamos nuestros anhelos, nuestros secretos.
Construíamos esperanzas e ilusiones bajo su amparo;
y muchas noches de verano fue cómplice y testigo
de mil promesas de amor eterno que duraban
lo que su sombra al atardecer.

Y ahora, después de tanto tiempo,
deseo verle, abrazarle, contarle mi vida, decirle
quién soy, saber si me recuerda.
Quisiera ver mi nombre escrito
junto a los nombres de mis amigos que aún viven
y de aquellos otros que ya murieron.

Todos tenemos en algún sitio
el recuerdo vivo de un viejo árbol
que lleva en sus raíces la savia joven
de aquellas nuestras vidas.

Yo lo tengo. Se llama Trocho. Y es mi amigo.
Y cuando esta tarde esté frente a mis ojos
le abrazaré con fuerza, le diré quién fui,
y de dónde vengo.

…Y buscaré mi nombre grabado
en la corteza oscura
de su tronco retorcido.


--oOo--

El poema, que comienza con la descripción costumbrista de la infancia se va haciendo poesía de alta calidad que ahonda en la memoria del amor, la generosidad, la costumbre, pero también se alza como grito contra el olvido y a favor de la vida para terminar con una metáfora muy hermosa en un cierre de aplauso. Todo es creíble, todo comunica y contagia. Enhorabuena, José Manuel.
Salud.

[José Manuel Sáiz]

El poema, que comienza con la descripción costumbrista de la infancia se va haciendo poesía de alta calidad que ahonda en la memoria del amor, la generosidad, la costumbre, pero también se alza como grito contra el olvido y a favor de la vida para terminar con una metáfora muy hermosa en un cierre de aplauso. Todo es creíble, todo comunica y contagia. Enhorabuena, José Manuel.
Salud.[/quote]


Gracias Julio, muchas gracias.
Esta historia suena a creíble porque es verdad. La metáfora apenas existe. "El árbol Trocho" existe y formó parte de mi juventud entre los 9 y 16 años. Le llamábamos "Trocho" porque ya entonces era muy viejo y retorcido y apenas tenía hojas en sus ramas. Pero aún vive.
Después de muchos años, los amigos de aquella época y de aquel barrio decidimos quedar de vez en cuando para recordar los viejos tiempos y hacer alguna cenita ya de paso. En los últimos tres años ya hemos perdido a 3 de aquellos amigos por culpa del cáncer.
En la última reunión que tuvimos a alguién se le ocurrió quedar junto a ése árbol, el Trocho, como homenaje al árbol y a nosotros mismos. Después a mí se me ha ocurrido hacer este poema.
Todo verídico.
Gracias de nuevo.
Un abrazo, amigo.
J. Manuel

[Iben Xavier Lorenzana]

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Buenas memorias de una historia que antes que lo dijeras ya se sentia su realidad. Letras claras y sinceras sobre un pasado que aun vive en la memoria. Enhorabuena.

Iben Xavier

[Bibiana de Febrero]

bella historia... abrazar a un árbol, amigo de la infancia, cofre de recuerdos.
un gusto leerte.
saludos.

[Blanca Sandino]

Decía mi güelina que quien ama a los árboles no podía ser mala persona.

Seguro que tiene razón : )

Gracias por compartirlo, José Manuel.

Blanca

[pedro arguedas ibáñez]

La serenidad es indócil, se revela contra el aspa y es el viento, es una brisa que no sacude violentamente las copas de los árboles, sino que se queda en el tronco, traduciendo el siseo circular de una memoria honesta, lúcida, y de raíces profundas. Un muchacho y un árbol, son siempre una muy buena pareja. Me ha gustado mucho, un abrazo agradecido.

[José Manuel Sáiz]

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Buenas memorias de una historia que antes que lo dijeras ya se sentia su realidad. Letras claras y sinceras sobre un pasado que aun vive en la memoria. Enhorabuena.

Iben Xavier

Muchas gracias Ibén, un placer verte de nuevo.
Un abrazo.
J. Manuel

[Pilar Morte]

La naturaleza danzando en tus versos. Hermoso el discurrir del tiempo
Un abrazo
Pilar

[Óscar Distéfano]

Ya sabes, José Manuel, que me gusta tu poesía. Siento que cada verso te sale como arrancado de la carne del alma. Tu lenguaje es maravillosamente claro, casi frágil en su delicadeza, pero trasuntan una fuerza interior única que te hacen un poeta originalísimo. Yo, sencillamente, te felicito por esta nueva entrega.

Un abrazo.
Óscar

[Sandra Ignaccolo]

El tiempo, es indeclinable y cruel amigo a veces. Hermosos versos trazados de vivencias inolvidables José Manuel.
Un beso enorme.

[José Manuel Sáiz]

bella historia... abrazar a un árbol, amigo de la infancia, cofre de recuerdos.
un gusto leerte.
saludos.

Muchas gracias Bibiana, y mucha razón tienes.
Un abrazo.
J. Manuel

[José Manuel Sáiz]

Decía mi güelina que quien ama a los árboles no podía ser mala persona.

Seguro que tiene razón : )

Gracias por compartirlo, José Manuel.

Blanca

Bueno, también oí decir eso sobre los animales a mi güelina... por eso estoy seguro de que a ti también te gustan mucho, árboles y animales, ¿no es cierto?
Gracias a ti por leerme.
Abrazos.
J. Manuel

[Óscar Bartolomé Poy]

El tiempo pasa con distinta lentitud
para el hombre y para la tierra.

Todos tenemos en algún sitio
el recuerdo vivo de un viejo árbol
que lleva en sus raíces
la savia joven de nuestra sangre.

--oOo--

Me gusta esa espiritualidad que rebosan tus versos. Das la categoría de persona a animales y árboles. Eso demuestra una profunda humanidad, además de sabiduría. Tus versos son nostálgicos, y eso es algo que me agrada sobremanera. Con respecto a lo que expresas en tu poema, yo digo que el paso del tiempo y las huellas que deja en la piel no logra que reconozcamos a primera vista a las personas que nos acompañaron durante nuestra infancia.

Un abrazo, amigo José Manuel.