CADÁVER EXQUISITO: Como de vena dulce

[Blanca Sandino]

CADÁVER EXQUISITO: Como de vena dulce


Tema: amoroso-erótico

Sara Castelar
Blanca Sandino
Pilar Morte
Rolando del Pozo

(Con la inestimable colaboración de Luis Oroz)

Como de vena dulce que viene a derramarse
y deja en las costuras su tierna descendencia
la morfología del hambre: esa feroz ternura, resume tus mareas.
Tú, que sabes que me quieres y no quieres quererme.
Cuando acuarelas de sangre pintaron el color de tus labios
tembló el amancer en mis manos.
cada esquina se quiebra desplegada en tu lengua,
y abre el silencio su oquedad precisa.


Uno de los dos se ha equivocado de idioma, agonizo en mitad de mi cuerpo,
no quiero despertarme y escuchar: esto es un simulacro.
Cuántas veces te inventé y crucé tu puerto a la deriva
solicitando el amarre de tu abrazo,
Cuántas el fondo de tus manos, el color donde te agitas
y las sombras como grandes memorias recogiéndote;
hay una oscuridad que gime
como una cicatriz sin trazo,

¿será ésta la hora de palomas oscuras, que se aplican, esquivan,
aletean y mueren como muero yo, cada fracción de tiempo que me olvidas?
Sólo la distancia escribe el horizonte sobre el océano de tu mirada
yo que recojo tu nombre bajo mi fuego.
Arroja el reflejo de tu voz, súmalo a lo que te habita en el vientre,
que te reclama ardores y la fundida piel de unos versos;
seas tú el poema y mi coraza, y la diluida forma del enjambre,
el sueño al abrigo de mi esperanza, la verdad de mi tiempo,
y no olvides sepultar la noche, tus sometidas ganas.

Devuelveme la esperanza en un gemido
Yo soy quien puede hacer inventario de mis desahucios:
no, amor, no. No te vayas. No quiero despertarme y escuchar: esto es un simulacro.


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[Rolando del Pozo]

Felicitaciones al grupo. Un buen trabajo.

[Iben Xavier Lorenzana]

.

Enhorabuena por este poema. Mas vivo y ardiente no podia ser.

Iben Xavier

[Blanca Sandino]

Orlando, Iben, gracias.

Blanca

CADÁVER EXQUISITO: Como de vena dulce


Tema: amoroso-erótico

Sara Castelar
Blanca Sandino
Pilar Morte
Rolando del Pozo

(Con la inestimable colaboración de Luis Oroz)

Como de vena dulce que viene a derramarse
y deja en las costuras su tierna descendencia
la morfología del hambre: esa feroz ternura, resume tus mareas.
Tú, que sabes que me quieres y no quieres quererme.
Cuando acuarelas de sangre pintaron el color de tus labios
tembló el amancer en mis manos.
cada esquina se quiebra desplegada en tu lengua,
y abre el silencio su oquedad precisa.


Uno de los dos se ha equivocado de idioma, agonizo en mitad de mi cuerpo,
no quiero despertarme y escuchar: esto es un simulacro.
Cuántas veces te inventé y crucé tu puerto a la deriva
solicitando el amarre de tu abrazo,
Cuántas el fondo de tus manos, el color donde te agitas
y las sombras como grandes memorias recogiéndote;
hay una oscuridad que gime
como una cicatriz sin trazo,

¿será ésta la hora de palomas oscuras, que se aplican, esquivan,
aletean y mueren como muero yo, cada fracción de tiempo que me olvidas?
Sólo la distancia escribe el horizonte sobre el océano de tu mirada
yo que recojo tu nombre bajo mi fuego.
Arroja el reflejo de tu voz, súmalo a lo que te habita en el vientre,
que te reclama ardores y la fundida piel de unos versos;
seas tú el poema y mi coraza, y la diluida forma del enjambre,
el sueño al abrigo de mi esperanza, la verdad de mi tiempo,
y no olvides sepultar la noche, tus sometidas ganas.

Devuelveme la esperanza en un gemido
Yo soy quien puede hacer inventario de mis desahucios:
no, amor, no. No te vayas. No quiero despertarme y escuchar: esto es un simulacro.


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