El discurrir de los tiempos y las esperas.
Publicado: Mar, 16 Dic 2025 11:18
El cielo puede esperar
con sus infiernos,
la noche puede llegar
con sus incógnitas,
el fuego apaga la consistencia del agua.
No podría concentrarme
en los versos que no escribo
cuando la tarde es tan solo un intervalo
que se asemeja al olvido
de los océanos.
Existe un desván de horas,
un patio reconocible
y un sótano de interiores
que se asoma al ventanuco
del universo.
El agua taladra la piedra,
los vacíos nos contienen y fluyen
por donde siempre.
La memoria del agua es infinita.
Olvidamos de la historia sus alarmas
y sus avisos se toman a broma,
apostamos a un hoy instante
aunque quizás no tengamos un mañana.
Midiendo riesgos e imprudencias,
las culpas se perdonan si se confiesan;
¿Por qué, por quienes?
...Y pongo la mano en el fuego
(a distancia, claro) para decir
que los errores se comparten
cuando nadie asume el suyo,
que los castigos son globales,
que la mentira es un poema de mal gusto,
que la verdad no tiene dueño,
solo adeptos
a dictados con faltas
y discursos señuelos.
El tiempo esculpe, labra
y crea laberintos
donde encontrarse o perderse
mientras el piso o la azotea aguanten
y salven los desniveles y las apologías.
Los sedimentos contarán la historia
de la última civilización perdida
cansada de bulos y erosiones,
y en una de sus capas
nos encontraremos.
con sus infiernos,
la noche puede llegar
con sus incógnitas,
el fuego apaga la consistencia del agua.
No podría concentrarme
en los versos que no escribo
cuando la tarde es tan solo un intervalo
que se asemeja al olvido
de los océanos.
Existe un desván de horas,
un patio reconocible
y un sótano de interiores
que se asoma al ventanuco
del universo.
El agua taladra la piedra,
los vacíos nos contienen y fluyen
por donde siempre.
La memoria del agua es infinita.
Olvidamos de la historia sus alarmas
y sus avisos se toman a broma,
apostamos a un hoy instante
aunque quizás no tengamos un mañana.
Midiendo riesgos e imprudencias,
las culpas se perdonan si se confiesan;
¿Por qué, por quienes?
...Y pongo la mano en el fuego
(a distancia, claro) para decir
que los errores se comparten
cuando nadie asume el suyo,
que los castigos son globales,
que la mentira es un poema de mal gusto,
que la verdad no tiene dueño,
solo adeptos
a dictados con faltas
y discursos señuelos.
El tiempo esculpe, labra
y crea laberintos
donde encontrarse o perderse
mientras el piso o la azotea aguanten
y salven los desniveles y las apologías.
Los sedimentos contarán la historia
de la última civilización perdida
cansada de bulos y erosiones,
y en una de sus capas
nos encontraremos.