Semáforos, alienaciones y laberintos

[Ignacio Mincholed]

...

Ayer perdí mi yo en un descuido,
en un instante al mirar hacia otro lado.
Encontré mi individuo paseando,
solo y solitario,
desorientado en la acera a la espera
del eléctrico clic verde del semáforo.

Cruzó a mi pesar, y yo con él y once más,
aislados, vulnerables con mirada de papel.

Yo ya no soy yo,
soy el social ilustrado que camina, y no sé
hacia dónde voy.
Volví a cruzar. Otra búsqueda. Otras luces.

Quizá estoy entrando en el mismo laberinto.

...

[Alejandro Costa]

Muy original.

El cierre evoca hacia dónde te han llevado los versos.

Quizá estoy entrando en el mismo laberinto.

El cierre es magnífico.

Un abrazo.

[F. Enrique]

La atmósfera urbana y existencial está muy lograda, ese “yo perdido en un descuido” y reencontrado en una escena cotidiana —el cruce del semáforo— convierte un gesto banal en una metáfora de la alienación moderna

Me gustó esa fuerte tensión entre lo íntimo y lo colectivo.

“Cruzó a mi pesar, y yo con él y once más

Un abrazo.

[Ana Muela Sopeña]

Muy bueno este poema urbano, Ignacio:

Reflejas muy bien en estos versos la sensación de alienación, de estar perdido en la ciudad, incluso de estar disociado o despersonalizado.

Me ha parecido un poema para leer muchas veces.

Enhorabuena
Un beso
Ana

[xaime oroza carballo]

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Ayer perdí mi yo en un descuido,
en un instante al mirar hacia otro lado.
Encontré mi individuo paseando,
solo y solitario,
desorientado en la acera a la espera
del eléctrico clic verde del semáforo.

Cruzó a mi pesar, y yo con él y once más,
aislados, vulnerables con mirada de papel.

Yo ya no soy yo,
soy el social ilustrado que camina, y no sé
hacia dónde voy.
Volví a cruzar. Otra búsqueda. Otras luces.

Quizá estoy entrando en el mismo laberinto.

...

Gracias, Ignacio, por compartir este vuelo, este canto de soledad en el laberinto.

Fonda aperta, compañeiro.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Te adentras en estos versos en ese anonimato existencial de la gran ciudad, uno más en su entramado de color y estridencias. Puedes Pasamos una y mil veces, repitiendo ese estar no estando en el mismo laberinto.

Sí, ahí estás tú, siempre intentando cocinar una nueva realidad.

Todo un placer de lectura, amigo Ignacio.

Un abrazo.

[Marisa Peral]

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Ayer perdí mi yo en un descuido,

Cruzó a mi pesar, y yo con él y once más,
aislados, vulnerables con mirada de papel.

Quizá estoy entrando en el mismo laberinto.

...

Aquí estamos, Ignacio, perdiendo - nos en este laberinto urbano en el que no sabemos si nos reencontraremos.
Es un poema muy tuyo que nos hace pensar y me ha gustado leer.

Un abrazo.