La memoria de las piedras

[Alonso Vicent]

"Una piedra en el camino"
me obligó a doblar el paso;
no porque mande u ordene
sino por puro recato.
Sabe que no soy el rey
de los senderos y atajos
que conducen a su reino;
me doy por aconsejado.
De apoyo sirven los árboles
para llegar al barranco
que esconde sus pozas claras
de "youtubers" avispados,
de instantáneas domingueras
y ociosos acompañados.
En el reino de las piedras
lo arbóreo se ha acomodado
y el agua corre o se estanca
dando vida a este conato
de libertad pasajera
de quien vive a buen recaudo.
Todo fluye en su reserva
para cualquier condenado.

El sol allí se levanta
cuando lo ordena la niebla
y se pone cuando quiere
alumbrar otras laderas.
Por la noche anima al sueño,
al alba se despereza.
Las piedras no le hacen caso,
simplemente se calientan.
La luna, cuando es menguante,
invita a ver las estrellas
y al mirarla vuelvo a ver
el reflejo de las piedras.
Quizás ese es mi destino,
ese que siempre me espera.

Pero se acabó el verano,
tuve que dejar las tierras
donde alimenté jabatos,
a unas cabras lisonjeras,
a las águilas y cuervos
y a pajaritos que piensan
que me están robando el pan,
el pan que a todos sustenta
y que les serví a diario
entre árboles y piedras.

Pensando en aquellos días
aquí mismo me persono
para contar lo que fue
a unos muchos o a unos pocos.
Hoy me robarán a mí
(soy consciente) otro otoño,
otro invierno y lo que quede
hasta que vuelva a mi entorno.
Ya me lo dijiste, Piedra,
-Quédate, piedra con hombro,
o recuerda que te espero
por mi pago; eso es todo.

[José Manuel Palomares]

La memoria de las piedras que es la nostalgia de quién las pisa, pero también de quién las piensa, del que se despide del paisaje, de todo lo que contiene, echándolo ya de menos. ¿se acordará de verdad de nosotros la memoria de las piedras?

Muy bueno.

[Alejandro Costa]

Buen poema con una rima que te lleva con suavidad por cada uno de los versos.

De muy ágil lectura.

El título me ha encantado y resalta aún más el valor de los versos.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Te ha quedado muy bien, Alonso.

Un abrazo.

[Alonso Vicent]

La memoria de las piedras que es la nostalgia de quién las pisa, pero también de quién las piensa, del que se despide del paisaje, de todo lo que contiene, echándolo ya de menos. ¿se acordará de verdad de nosotros la memoria de las piedras?

Muy bueno.

No sé si las piedras se acordaràn de nosotros cuando volvamos, pero yo las llevo puestas de continuo. Esta otra casa también es de piedra, cal y tierra. Solo falta el paisaje y los compañeros autóctonos de aventuras primaveras y veranos... volveremos como todos los años desde el 2002.
Un abrazo, José, y agradecido por la presencia.

[Alonso Vicent]

Buen poema con una rima que te lleva con suavidad por cada uno de los versos.

De muy ágil lectura.

El título me ha encantado y resalta aún más el valor de los versos.

Un abrazo.

Muchas gracias, Alejandro. La mente vuelve y vuelve a aquellos paisajes que de momento quedan en espera... aunque cada dos semanas sigamos subiendo a regar y a alimentar a las fieras (fierecillas). Todo fluye por esos andurriales, je, je.
Un abrazo, compañero.

[Alonso Vicent]

Te ha quedado muy bien, Alonso.

Un abrazo.

Asonantando los recuerdos cercanos vine, y se agradece la presencia y la lectura a la vuelta.
Un abrazo, Enrique, ya metido en labores y campañas.

[Ramón Castro Méndez]

Precioso poema, podría decirse que uno vuelve adonde fue o es feliz. Un placer de lectura estos versos que rememoran esos días especiales.

Un fuerte abrazo.

[Ana García]

Supongo que las piedras que acompañan tú camino siguen siendo las mismas aunque cambies de casa y de estación.
Un otoño más en tu camino. Rodar y rodar...
Un beso.

[Ana Muela Sopeña]

Excelente romance, Alonso:

Las piedras tienen memoria y nos regalan su enseñanza.

Ha sido un placer deslizarme por tus versos.

Un abrazo
Felicidades
Ana

[Alonso Vicent]

Precioso poema, podría decirse que uno vuelve adonde fue o es feliz. Un placer de lectura estos versos que rememoran esos días especiales.

Un fuerte abrazo.

Se puede decir y es lo que se intenta y se consigue cada primavera hasta las puertas del otoño. Pero metidos en otoños y faenas habrá que esperar hasta el año que viene.
Muchas gracias, Ramón, y un abrazo desde estas lluvias.

[Alonso Vicent]

Supongo que las piedras que acompañan tú camino siguen siendo las mismas aunque cambies de casa y de estación.
Un otoño más en tu camino. Rodar y rodar...
Un beso.

Ay, ay, ay, que no son las mismas piedras; será aquellas de los riscos les tengo más cariño. Peto rodar y rodar, no queda otra.
Un abrazo con cariño, Ana, desde este otoño lluvioso por nuestro Este.

[Alonso Vicent]

Excelente romance, Alonso:

Las piedras tienen memoria y nos regalan su enseñanza.

Ha sido un placer deslizarme por tus versos.

Un abrazo
Felicidades
Ana

Me caen bien esas piedras que me esperan cada primavera y a las que hay que hacer caso si queremos permanecer erguidos, je, je. Se podría decir que compartimos memoria, o al menos quiero pensarlo.
Un abrazo, Ana, de entre tiempos y esperas y mil gracias por llegar.

[Pilar Morte]

Me encanta como vuelves a llenarte de naturaleza y recuerdos. Las piedras no te olvidan ni los animales que acariciaron tu vida.
Un placer leerte.
Un abrazo grande

[Alonso Vicent]

Me encanta como vuelves a llenarte de naturaleza y recuerdos. Las piedras no te olvidan ni los animales que acariciaron tu vida.
Un placer leerte.
Un abrazo grande

Pasamos de las montañas a los huertos, de las piedras a las tierras de regadío; es como un ciclo que se repite todos los años, aunque en el recuerdo sigan haciéndose patentes las montañas.
Muchas gracias, Pilar, y un abrazo de parte de los de casa, gatos incluidos... que otros animales no tenemos por aquí.