Morriña

[Fernando Marcos Rentero]

Morriña
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Tañido de campana
que el eco espande,
dejando alegorías
mensajes y baladas
por nuestro hermoso valle.

El metálico sonido
se mezcla con limpias aguas,
de se aprendiz de rio
-que con desparpajo y ruido-
serpentea entre las jaras.

¿Donde irá esa hoja
que el caudal, jugueteando arrastra?

¿Legará a ese gran río?

¿Se hundirá en la cascada?

O, en su libre albedrío
se quedará en un recodo
sopesando sus andanzas.

Yo, soy como esa hoja
que, en busca de nuevos retos
seguí el cauce del río
perdiendo tañido y eco.

Y, lejos de mis raíces
-estando dormido o, despierto-
hecho de menos el río
la acampana y el valle,
el olor de la retama
y el eco que tre el aire.

F. Marcos

[F. Enrique]

Me ha gustado tu poema.

Un abrazo.

[Marisa Peral]

Morriña, añoranza de nuestras cosas, de nuestros recuerdos y de nuestros seres queridos.
Qué bonita palabra te ha dejado escribir este poema.
Felicidades, Fernando.

Un abrazo.

[Rafael Elias Huerta]

Nuestras andanzas y recorrido de la infancia y juventud, queda muy grabadas en nuestro pensamiento y, aún al paso del tiempo, permanecen intactos en espera de una evocación o un cerrar de ojos y viajar a ese tiempo.

Exquisito poema

Que tengas un feliz día
Un abrazo
Siempre, Rafael.

[Alejandro Costa]

¡Morriña! Morriña de tantas y tantas cosas, de tantos sueños, de ayeres que nunca volverán.

Morriña de un ayer al que el río de la vida obliga a seguir adelante, dejando tan solo el recuerdo flotar entre sus aguas.

Me ha gustado.

Un abrazo.

[Fernando Marcos Rentero]

Me congratula el que haya gustado el poema, amigo F. Enrique, máxime, viniendo de un poeta tan exquisito y sensible como tu. Un cordial abrazo.

[Fernando Marcos Rentero]

Morriña. Palabra tierna, evocadora y nostálgica. Tu sensibilidad te delata, amiga Marisa. Gracias. Un gran abrazo.

[Pilar Morte]

Todos esos recuerdos los llevo grabados en mí, y me ha gustado hacerlos presentes.
Gracias por compartirlos.
Un abrazo grande

[Fernando Marcos Rentero]

Estimado amigo Rafel: ese cerrar de ojos para viajar en ese tiempo... es un consuelo, alivio y nostálgico placer de nuestros recuerdos. Gracias. Un abrazo.

[Fernando Marcos Rentero]

Esos bonitos y sentidos recuerdos que, (como bien dices) no volverán, amigo Alejandro; al menos, nos pueden servir para aprender de nuestros errores, y al mismo tiempo, (según el recuerdo) dibujar una sonrisa en nuestros labios. Un gran abrazo, campeón.

[Fernando Marcos Rentero]

Estimada Pilar: me comentas que, esos recuerdo los llevas gravados en ti, y que te han gustado hacerlos presente. Deseo de corazón, que si te ha arrancado, una lágrima o una sonrisa, sean de felicidad, por esos recuerdos. Un afectuoso abrazo.

[Alonso Vicent]

Como hojas que arrastra el río, o el viento, somos; y con la incertidumbre del porvenir y la certitud de lo que dejamos atrás.
Morriña, consciencia, enyorança per estes terres.
Un poema que se siente, en mi caso, con el anhelo de volver dentro de unos meses a las raíces que con el paso del tiempo volvemos a crear aunque no haya salido yo nunca de La Terreta... bueno, solo por vacaciones.
Me suena a pueblo, a aldea, a naturaleza y a humano.
Un abrazo, Fernando.

[Fernando Marcos Rentero]

Es lo que hay, amigo Alonso. Por muy bien que nos valla y donde quiera que la vida nos lleve, las raíces son profundas y nunca podemos romper ese cordón umbilical con la tierra que nos vio nacer. Esa nostalgia...

[E. R. Aristy]

Morriña
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Tañido de campana
que el eco espande,
dejando alegorías
mensajes y baladas
por nuestro hermoso valle.

El metálico sonido
se mezcla con limpias aguas,
de se aprendiz de rio
-que con desparpajo y ruido-
serpentea entre las jaras.

¿Donde irá esa hoja
que el caudal, jugueteando arrastra?

¿Legará a ese gran río?

¿Se hundirá en la cascada?

O, en su libre albedrío
se quedará en un recodo
sopesando sus andanzas.

Yo, soy como esa hoja
que, en busca de nuevos retos
seguí el cauce del río
perdiendo tañido y eco.

Y, lejos de mis raíces
-estando dormido o, despierto-
hecho de menos el río
la acampana y el valle,
el olor de la retama
y el eco que tre el aire.

F. Marcos

El poema mismo testifica de esas raíces invisibles , interiores, Simbólicamente plantadas en el corazón del poeta. A veces nos olvidamos que fuimos semillas, que fuimos árbol. Poesía meditativa y visual. Me parece ver esa hoja flotar, caer suavemente en el agua. Miy bello poema, F. Marcos.

[Fernando Marcos Rentero]

Gracias por tu comentario, Aristy. Es un placer saludarte. Un abrazo.