Cuidados paliativos

[Armilo Brotón]

"No todo lo que muere… muere del todo."
Para Ana Muela Sopeña

Toma mi beso si te falta color,
vivimos para follar con pasión;
a cambio,
guardo para ti, en el desorden,
la mejor colección de delirios;
nos vamos a mojar
con esta canción.

Después del choque:
En la puerta del súper
la abuela saltó como chimpancé fornicado,
pudimos haberla matado.
Todo puede romperse en un segundo:
la ciencia,
la conciencia,
el corazón que muerde,
la desolación,
lloré.

elPrior dio para tres barricas de ron,
luego el juicio. Castigo y condición:
Trescientas horas de trabajo comunitario,
multa y dos años sin conducción.

Helena llegó como una condena hermosa
en Cuidados paliativos de Belén,
su perfume a rosa rota era un vaivén
de trecientas horas viendo esperar su derrota
como un tren que iniciara el viaje sin ascensor.

Silencio de alba. Entre horas muertas
le hablaba y reía, pero sus frases eran puertas
que el viento cerraba sin dejar huella,
en esa laguna de no saber si la vida apesta
o es solo un sueño sin retoño.

Dame un beso cuando me falte calor,
si volvemos a contarlo será con razón,
guardo la mejor colección
de delirios que pudieran fraguarse
en esta canción.

Cuarenta horas a su lado después,
celular en mano,
le preguntó: “¿Cuánto llevas sin temblar, hermana?”
"Qué poético estás hoy Roger"
"Te voy a poner un video, mueve tus dedos…
yo me largo un rato
hasta escuchar algún suspiro en andanada."

No fue grosería, fue fósforo encendido;
a la risa del cristal, golpeado por el frío,
le contestó la rabia de no tener respuestas
para su vida.
Lo hizo así varios días, repitiendo el desafío
donde el deseo rompía el vacío
de las horas muertas.

Una noche la miró, sintió vida en sus ojos,
mientras el vídeo bajó la mano
hasta sus bragas; como un conjuro rojo
dibujó constelaciones bajo el destello de Copérnico
—bueno esto me lo he inventado,
me emocioné,
no tengo ni puta idea quién es ese tipo o constelación—
y sintió que sus vidas corrían en un solo arrojo,
su abrojo.
¿Que cómo lo sé?
Porque me lo contó.

Ya no había reloj, ni juicio ni muerte.
Ella se la quiso chupar, él probó suerte,
solo el temblor exacto podía sostener
la certeza de que morir es sobrevivirse.

Dame un verso cuando me falte calor,
volveremos a cantarlo si nos falta pasión.
Guardo la mejor colección
de delirios que quisieron morir
en esta canción.

Pero ella no quería morirse
lo supo por sus espasmos
que la madrugada firmó:
iba a resistirse.
Roger también lo supo
cuando ella dejó de mentirse,
cuando entendió que toda historia
podía reescribirse,
aunque fuera en los renglones torcidos
de Dios.

Ni curas, ni miedos, ni rezo ni gloria,
dos cuerpos rompieron la noria hueca
del destino, de la vida la rueda.
Si la muerte tenía cita la cambió de día
la risa se quedó tatuada en sus pieles
ante la agonía,
y yo aprendí que, a veces, la poesía
es sostenerla firme y derecha,
aunque sea una herejía
a nuestra edad.

¿Y ahora qué Roger?
Ahora nada,
mi noche nunca espera a Dios,
lo encierra y amanece, lo mata
y olvida su pasado entre panes;
come su médula y lamenta
una primavera que faltó.

Dame un beso cuando me falte calor,
volveremos a contarla con la misma pasión
guardo la mejor colección
de delirios que quisieron ser tu canción.

Hno Renato Vega

[Ana Muela Sopeña]

Buenísimo, Armilo:

Gracias por tu aventurero poema. La vida y la muerte se entremezclan en un abrazo continuo.

Me guardo tus versos en un cochecito.

Un abrazo fuerte, amigo poeta
Ana

[Marisa Peral]

"No todo lo que muere… muere del todo."
Para Ana Muela Sopeña
.

Dame un beso cuando me falte calor,
volveremos a contarla con la misma pasión
guardo la mejor colección
de delirios que quisieron ser tu canción.

Hno Renato Vega

¡Qué derroche de imaginación desbordante!
Mi felicitación a ambos:
-Hermano Renato Vega, chispeante y de aguijón certero.
-Ana Muela Sopeña, destinataria y merecedora de esta fantástica locura y excelente compañera.

Besos a los dos.

[Alejandro Costa]

Es su locura una insolencia tan maravillosa y tan bien redactada que da un gustazo introducirte en ella.

Tiene erotismo, sexo, dolor y, mucho, mucho más.

Encima se lo dedicas a la gran Ana, ¿Qué más se le puede pedir al escrito?

Eres, simplemente especial, único.

Un fuerte abrazo.

Para tí, Ana, mi enhorabuena por recibir este obsequio, de un loco encantador.

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Marisa... muchos besos.

Gracias, Alejandro... eres muy efusivo...

¿Armilo loco encantador? Podría ser.
Para mí es cuerdo certero. Aunque posiblemente ambos conceptos se rocen.

Un abrazo

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Marisa... muchos besos.

Gracias, Alejandro... eres muy efusivo...

¿Armilo loco encantador? Podría ser.
Para mí es cuerdo certero. Aunque posiblemente ambos conceptos se rocen.

Un abrazo

[Armilo Brotón]

Buenísimo, Armilo:

Gracias por tu aventurero poema. La vida y la muerte se entremezclan en un abrazo continuo.

Me guardo tus versos en un cochecito.

Un abrazo fuerte, amigo poeta
Ana

Gracias querida amiga Ana. Nos acordamos de ti al comenzar este cuento y por eso te lo hemos dedicado.
La vida y la muerte son caras de la misma moneda.
Feliz día y bendiciones

[Armilo Brotón]

"No todo lo que muere… muere del todo."
Para Ana Muela Sopeña
.

Dame un beso cuando me falte calor,
volveremos a contarla con la misma pasión
guardo la mejor colección
de delirios que quisieron ser tu canción.

Hno Renato Vega

¡Qué derroche de imaginación desbordante!
Mi felicitación a ambos:
-Hermano Renato Vega, chispeante y de aguijón certero.
-Ana Muela Sopeña, destinataria y merecedora de esta fantástica locura y excelente compañera.

Besos a los dos.

Querida amiga Marisa, la Factoría Delirium del Corumelo apenas tiene imaginación. Este cuento es real como la vida misma. Quisimos reflejar, como bien apunta Ana, la dualidad vida/muerte. Estuvimos a punto de matar a una abuelita y después a Roger le tocó acompañar a Helena motivándola a la vida, tal como se refleja, la reflexión es si el fin justifica los medios.
Un abrazo y feliz domingo hermana.
Bendiciones

[Ramón Castro Méndez]

Querido bro Renato veo, con placer por los resultados, que tu numen y tu musa no se han ido de vacaciones o, igual, están contigo en playa Limón, sin duda un esplendoroso ménage a trois. Sigues enchufado, por lo que elevo este churro tuyo a la categoría de clásico. Sin duda lo mereces, Fitzcarraldo poético. Yo tuve mi etapa Herzong & Fassbinder, aunque mis intenciones eran más de tipo carnal hacia Hanna Schygulla, Dios bendiga a esa polaca recia. El sexo, la muerte, la religión... eres el Woody Allen español, pero con más gracia. Te noto aquí más fragil, carnalito, que no dubitativo.Eso de trabajar codo a codo con la parca te ha dado carácter. No obstante ahí sigue tu socarronería que tanto me presta. Si el olvidado Rey Antetos hubiera tenido un consejero como tú y no al sorete del narrador de sus gestas, mejor le hubiera ido. Por lo demás aquí pasando el verano a lo probe. Anteayer, si hubiera bajado un km más y hubiera llegado a Fuso de la Reina me habría dado un baño completamente corito en alguna poza del río Nalón para mitigar el caloret. Pero lo más probable es que terminara en el cuartelillo, había milfs y menores en sus orillas, aunque siempre podría decir en mi defensa que me tengo por tritón o salmón para evadir la multa.
Un abrazote, tigre.

[enrique sanmol]

Creo que ya he leído este poema tres veces y... La verdad es que no sé qué comentar sobre él, Armilo.

Me parece un delirio sublime, un delirio junto con una canción machacona, con esas rimas tan fuertes en "ón", que en vez de ensuciarlo parecen subirlo aún más de nivel. Luego comentas que está basado en hechos reales, y aunque la realidad en ocasiones ya sabemos que supera la ficción, esta vez optaré por no creerte.

Enhorabuena y fuerte abrazo desde la canícula mediterránea.