Crítica literaria a "Ni dios contesta...", de Jorge Salvador
- Rafel Calle
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Crítica literaria a "Ni dios contesta...", de Jorge Salvador
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Jorge Salvador en el poema Ni dios contesta…, propone un retrato amargo, irónico y coloquial del desgaste del amor conyugal. Se trata de un soneto clásico, compuesto por 14 versos endecasílabos (11 sílabas métricas), organizados en dos cuartetos y dos tercetos con rima consonante. El esquema de rima es uno de los tradicionales: ABBA ABBA CDC DCD
La regularidad métrica se mantiene en todos los versos, aunque el autor introduce elementos coloquiales y modernos que podrían sugerir cierta ruptura formal, pero que en realidad están cuidadosamente medidos.
El uso de expresiones como “te vas a la mierda”, “los mañacos” (palabra popular para referirse a los niños) o “el bar de enfrente” aporta un tono urbano, desencantado y muy reconocible. Esto crea un fuerte contraste con la forma culta del soneto, subrayando el desgaste cotidiano del amor.
El poema despoja al amor de toda idealización romántica. Versos como “el amor, con los años, se indigesta” o “no hay pronombre capaz de ser nosotros” desmitifican el concepto de pareja, cargándola de una ironía amarga y resignada.
Jorge emplea referencias religiosas (“Avemarías”, “a Dios, ni dios contesta”, “sagrada convivencia”) para subrayar la pérdida de sentido o el fracaso de las instituciones que deberían sostener la pareja y, además, juega con el contraste entre lo alto (lo sagrado, lo divino) y lo bajo (el bar, los ronquidos, el divorcio).
La imagen final del bar como “escondrijo” para los “huesos” del hablante hasta que llegue el divorcio es demoledora. Tiene una fuerza visual y emocional que condensa todo el desencanto del poema en una imagen cotidiana, casi cómica, pero profundamente triste.
En definitiva, Jorge Salvador en “Ni dios contesta…” sigue fielmente su estilo: buena construcción métrica, en este caso mediante el soneto, una de sus estrofas favoritas, mientras subvierte sus expectativas con un lenguaje crudo y actual, para proponer una combinación de tono irónico, temas contemporáneos y dominio técnico que se convierte en un poema eficaz, ácido y resonante para el lector moderno.
Vaya mi enhorabuena, amigo Jorge, junto a un cordial abrazo.