Crítica literaria a "La ira", de Marisa Peral

[Rafel Calle]

LA IRA, DE MARISA PERAL
La ira es un poema en verso multimétrico (combinación de versos sin tener en cuenta su metro) intenso y comprometido que explora la indignación como respuesta a la injusticia, el dolor y la desesperanza. A través de un lenguaje sobrio pero poderoso, la autora construye un crescendo de imágenes que evidencian el sufrimiento humano en diversas facetas: la pobreza, la opresión, la violencia y el abandono.

El poema está compuesto por 17 versos, 9 endecasílabos, 6 dodecasílabos de los cuales 2 son agudos, 1 eneasílabo y un tetrasílabo, repartidos en 4 estrofas que inician con la anáfora “Cuando…”, lo cual, unido al polisíndeton que ocurre con la “y” al iniciar las enumeraciones, establece un ritmo trepidante, insistente y acumulativo que no solo refuerza la idea de repetición del sufrimiento en diferentes contextos, sino que también guía al lector hacia la culminación en el último verso, donde la ira emerge como la única respuesta posible.

El lenguaje es directo y sin adornos innecesarios, lo que amplifica el impacto emocional. Se apoya en imágenes visuales y simbólicas contundentes, como “el espejo se queda sin su reina”, que puede sugerir la pérdida de identidad o autoestima, o “los ejes ensayan un temblor”, que insinúa un desequilibrio profundo, tal vez político o social.

El poema denuncia la desigualdad, la indiferencia y la violencia, pero no desde un tono pasivo o meramente lamentativo. En su último verso, la ira aparece como una respuesta legítima y necesaria ante la opresión. Esta elección es significativa: la ira, lejos de ser un sentimiento negativo per se, hace su aparición como un impulso vital, una reivindicación de la dignidad.

Uno de los mayores aciertos de este trabajo —además del rítmico ya comentado— es su capacidad de transmitir una sensación de acumulación e inevitabilidad, llevando al lector de la observación de la injusticia al estallido final. Como he señalado anteriormente, la elección de un lenguaje sencillo pero evocador lo hace accesible y efectivo. Si bien, una estructura repetitiva podría jugar en contra si se extiende demasiado, en este caso la autora logra mantener el equilibrio, eludir la monotonía, merced a una mesurada extensión de la obra.

En conclusión, La ira es un poema que combina crítica social con una fuerza expresiva notable. No solo expone el dolor y la injusticia, sino que reivindica la rabia como motor de cambio, dejando en el lector una sensación de urgencia y reflexión.
Mi más cordial enhorabuena, doña Marisa Peral.

P.D. Querida amiga, te he hecho esta crítica literaria, por tu participación en el foro, por tus muestras de solidaridad y compromiso con los compañeros. Desde hace unos días, he decidido hacer este tipo de trabajos a poemas de compañeros que se muestren solidarios, que contesten a los poemas de los demás y cosas por el estilo y, claro está, que escriban temas de cierto nivel, a ver si así logro que el foro se mueva. Empecé con Ferreiro, ahora contigo y tengo pensado hacerlo con todo el que participe solidariamente. En Alaire hay mucha gente que escribe bien, pero esto no basta. Vamos a ver si se coopera.