Editorial Alaire

Ramón Carballal escribió: ↑Jue, 13 Mar 2025 10:06 El dolor forma parte de la vida, el tiempo, yo creo, nos enseña a asumirlo y de alguna manera a "racionalizarlo", aunque comprendo perfectamente que el primer impulso que, produce el dolor, no tanto el físico, sino, por decirlo así, el del alma(por la pérdida imprevista de un ser querido, por ejemplo), sean el grito y la furia como formas de desahogo. Muy buen poema. Mi felicitación y un abrazo.

Ana Muela Sopeña escribió: ↑Jue, 13 Mar 2025 15:22 Eres única, Ara:

Este poema confesional tiene una precisión impresionante y (en su dolor) belleza.

Aplausos
Enhorabuena
Un beso enorme
Ana

Alejandro Costa escribió: ↑Vie, 14 Mar 2025 2:08 Mi psiquiatra me aconsejó una vez
no escribir cuando todo está muy fresco.
No me cobró por eso

Probablemente, tenga razón, probablemente no la tenga.

Yo no soy psiquiatra, ni psicólogo, tan solo un ser de los muchos que corretean por este mundo desordenado y complejo.

No comparto la opinión de tu psiquiatra. ¿El motivo? A veces, cuando la realidad está muy fresca, es el mejor momento para atacarla, para saber dónde se está, y dónde hay que empezar a luchar contra nosotros mismos. Es cierto que podemos dañarnos más de lo que ya de por sí estamos, pero también es cierto que nos podemos convertir en más fuertes al enfrentarnos a nuestros miedos y nuestros infiernos.

Hay una frase que aprendí de niño y que moriré con ella grabada a fuego: «Ser valiente no es no tener miedo, es tenerlo y enfrentarse a él»

Seamos valientes, mi querida Ara, seamos valientes y luchemos contra nuestras frustraciones y nuestros miedos.

El poema es de una profundidad y un dolor, que marca al ser humano y a su interior.

Me ha gustado.

Un beso y un abrazo desde el alma.

Ara López escribió: ↑Jue, 13 Mar 2025 9:52

Mi psiquiatra me aconsejó una vez
no escribir cuando todo está muy fresco.
No me cobró por eso.

Hay un momento de asentamiento,
cuando la sangre deja de correr,
cuando la respiración se calma,
cuando las lágrimas corren en silencio,
y el dolor se entiende.
No significa que el sufrimiento es menor,
solamente deja de gritar.

Cuando la tormenta se calma
comienza el registro de las pérdidas.
Se mide el daño, se cuantifica la desgracia.
Llega la paz con su silencio azul grisáceo,
ese es el momento para la desesperación,
cuando los ojos se agrandan para abarcar verdades que aún no comprenden.

Hay momentos de asentamiento,
de no precipitar la palabra,
de permitirle a la vida, al tiempo,
a la razón y a los recuerdos, acoplarse.
Hay que comprender el dolor,
hasta que hiera con elegancia.

Pero ahora soy un huracán herido
queriendo arrasar con todo.

Marisa Peral escribió: ↑Vie, 14 Mar 2025 9:27 Leo hoy tu poema, querida Ara, y tanto tu psiquiatra como tú teneis razón.
Escribir con dolor, rabia, con ira incontenible, puede provocar una respuesta no deseada.
Me gusta mucho como desarrollas tu poema aunque la última estrofa sea un "Huracán incontenible que arrasa con todo"
Te felicito.

Abrazos fuertes.

Ignacio Mincholed escribió: ↑Sab, 15 Mar 2025 19:54 Muy bien este contundente huracán de sentimiento sin precipitar la palabra. Felicidades, Ara.

Un abrazo.
Ignacio

Rafel Calle escribió: ↑Dom, 16 Mar 2025 9:10 Hermoso, bien urdido y mejor desarrollado este poema, amiga Ara.
Felicidades y un cordial abrazo.